Después de un atasco casi intestinal con las lenguas sami, he terminado ayer las lenguas de estas extremas latitudes.
Ahora me quedan pocas de las lenguas fino-pérmicas (los subgrupos finovolgaicos y las pérmicas) y pasaré a las brevemente conocidas ugrias para ir terminando esta subfamilia finugria de las lenguas urálicas.
El proyecto de organización filogenética de las lenguas del mundo sigue adelante. Lento, pero seguro.