Ya, ya, si dicen que la Ley D’Hont es la bestia parda y algo de cierto hay, pero también es cierto que se vota lo que se vota (suponiendo que no haya tamayazos, claro).
Las elecciones andaluzas han sido así y se pueden ver los resultados con detalle, pero los votantes debemos saber (es nuestra responsabilidad) que votar en un sistema electoral como el que tenemos beneficia a los partidos más votados. Está claro que la muerte del bipartidismo no será tan fácil, pues el sistema actual lo fomenta, pero quedará la responsabilidad última en las manos, también, de unos votantes que no acabamos de darnos cuenta de que necesitamos tomar medidas.
Alguien en una red social comenta:
Como dice mi hermano (y no creo que le falte razón), ha ganado lo que ha querido la tele, porque la maldita caja tonta solo se ha centrado en mostrar a los partidos que ha querido, escondiendo a los otros (algo que ha rozado la ilegalidad o que inluso ha podido ser ilegal). Y, como la gente es gilipollas y sin personalidad, han repetido lo que la tele les ha dicho, y así es como han salido los mismos partidos de mierda de siempre.
Y yo sigo viendo lo mismo: desprestigiamos a «la gente» como si no lo fuésemos, y claro, luego nos da por pensar que «esa gente» ha votado mal… pero esto no es un pensamiento muy «democrático», pues suponer que «la gente es gilipollas y sin personalidad» es el primer paso para justificar una dictadura o cualquier tipo de gobierno de unos pocos (cualificados por vaya usted a saber qué razón).
Por cierto, a pesar de la ley malévola (dicen que injusta pero no lo tengo tan claro, simplemente no beneficia a quienes obtienen menos votos, pero bien podrían ser el PP, o el PSOE, como me encantaría que sucediera de una maldita vez) el parlamento andaluz estaría en manos del PSOE y el PP fundamentalmente. El mismo tipo de acuerdos se tendrían que hacer… no cambiaría mucho, más allá de cierta repercusión en la financiación muy importante de cara al futuro.
Con L’Hont: