A parte de los semptiternos errores ortográficos (véanse ese hicierón, ese «si» mismo), lo más lamentable es que el presunto buenrollista mensajito acaba haciendo un guiño a la venganza personal recordándo(te) que la otra persona (o sea, que sí es personal) se hace daño a sí misma. (Algo así como un muy elaborado: «¡Que se joda!»)
En resumidas cuentas: otra pamplina más de esas que circulan por las redes sociales sin transfondo, superficiales, banales, carentes de la más mínima profundidad, pero si me atreviese a decírselo en el muro a la persona que lo ha puesto, estoy más que convencido que lo tomaría de manera tremendamente personal. O sea, que ni esa simpleza aprende quien quiere o pretende enseñar.
¡Buffff…. qué cansado!
Por cierto: lástima de «lástimar» y «me lástima» la lástima de esta publicación…