para el Partido Popular estaba Alberto Ruiz Gallardón
como
para la Iglesia Católica está Jorge Mario Bergoglio
Y para muestra un botón, siempre femenino.
Diario
para el Partido Popular estaba Alberto Ruiz Gallardón
como
para la Iglesia Católica está Jorge Mario Bergoglio
Y para muestra un botón, siempre femenino.
Como apunté hace dos días, ando «haciendo» estas lenguas, es decir, obteniendo de cada una de ellas la información relevante que almaceno en plantillas homogéneas en el Proyecto de Clasificación Filogenética de las Lenguas del Mundo.
En esta imagen se ve mejor el proceso que sigo, que es tan importante como el resultado, pues es de crucial importancia para mí que sea realizado utilizando software como el que uso, Freemind, de código abierto sobre plataforma Linux, generando o manejando archivos cuyo contenido puede ser modificado por un sencillo editor de texto plano. En este caso, genera archivos XML con extensión .mm
Un ejemplo de lo que contiene uno de estos archivos sería el correspondiente a la Rama Yukagira de las lenguas Uralo-yukagiras, incluida en la macrofamilia de lenguas uralo-siberianas
Desde hace un año, cada semana durante el otoño y especialmente en invierno, hago un caldo de huesos con alguna verdura.
Es una base estupenda que se prepara el lunes por la mañana (se lleva toda la mañana porque soy bien tradicional cocinando) y dura por lo menos 4 días.
Es ideal para las cenas, pues llegamos de nuestros atípicos trabajos a horas tardías a las que ingerir muchos sólidos hace que las digestiones sean terribles y los sueños difíciles.
Para realizarlo, pongo en una olla (no exprés, por supuesto) unos cuantos litros de agua fría. Del orden de 3 o 4. Añado huesos de jamón y tuétano, si tengo, además de uno muy especial que da al caldo una suavidad y consistencia muy especial procedente de la columna vertebral del cerdo y que suelen llamar espinazo.
Para que absorba parte de las grasas que estos huesos van a soltar, en la misma olla pongo un puerro o/y una cebolla entera y algunas zanahorias. Este material vegetal lo uso alguna vez, sobre todo para hacer una fideua, pero otras veces lo dejo para usar en una sopa con verduras.
Si tengo, también añado unas ramitas de apio y, en ocasiones, hasta he puesto un poco de acelga. Hoy he añadido un par de hojitas de laurel y ya está listo. Ahora solo es cuestión de paciencia: durante 3 o 4 horas ha de estar hirviendo y extrayendo los nutrientes y las sales de esos huesecillos hasta dejar un caldo de carne bastante rico y que, como digo, suele hacer las delicias de nuestras cenas con unas sopas fáciles de preparar y caseras como pocas.
Para comer, sin embargo, para hoy tenemos un arroz con pollo al curri que aún no sé cómo voy a preparar… pero seguro que saldrá rico.
Estoy por esta parte del mundo.
Empecé a viajar por las lenguas en Anatolia y después de una espiral enorme que me ha hecho recorrer toda Europa y hasta picotear en América postcolombina, me hizo girar hacia Siberia, vía los lagos fineses, siempre bordeando el norte, el frío norte, hasta llegar a esa puntita absurda que parece llorar Kamchatka.
Actualmente, estoy cruzando el Estrecho de Bering. Me siento una de esas personas que hace más de 10000 años lo surcaron para descubrir un nuevo continente, aunque, propiamente, entonces no lo era.
¿Hasta dónde me arrastrará mi locura?
Cada curso busco nuevas formas de interesar e interesarme por y para realizar esta tarea tan placentera que me he asignado: Coordinar Talleres de Poesía y Escritura Creativa.
En los Talleres de Poesía de Clave 53, el temario de los dos primeros años/cursos suele ser el mismo desde hace años, porque llegué a una especie de «metodología» o algo similar a eso que me parecía y me sigue pareciendo vigente para una persona que quiere iniciarse en los vericuetos de la Poesía Contemporánea.
Podría resumirse en un primer curso de Despertar a la Sensibilidad Contemporánea, en el que vamos acompañados de autores desde las primeras rupturas hasta las vanguardias, con el fin de no considerarse demasiado original, pero por otro lado, para ser consciente de lo que implica ser poeta; y un segundo curso que retome donde terminase el anterior, transite por vanguardias menos conocidas y llegue a OuPILO y la fabricación de Heterónimos. Ambas buenas maneras de enfrentar la conciencia de una poética propia.
A partir del tercer curso, tengo que tirar de «hemeroteca»: Habitualmente, voy fundiendo material para los niveles inferiores de modo que nunca haya visto nadie nada del contenido previsto a partir del contenido de los niveles superiores de otros cursos. Para ello, me apoyo en las decenas de libretas que llevo realizadas desde que comencé hace más de 12 años a coordinar talleres de Poesía. Menos mal que soy una persona ordenada hasta la saciedad… aunque siempre me inquieta no tener todo ese material en PDF o digitalizado de alguna manera. Poco a poco, con los talleres Online, voy haciendo este pequeño gran trabajo de sistematización y, al mismo tiempo, de análisis.
Por último, está el curso, llamemos, avanzado: aquellos locos poetas que quieren seguir asistiendo a mis talleres incluso cuando yo les afirmo que no tengo más que «enseñarles»… y son el gran desafío de un coordinador de talleres de escritura creativa.
Cada curso busco en las librerías e incluso en ocasiones en Internet (aunque aún soy muy analógico en este rol) nuevos materiales, antologías, libros curiosos, propuestas nuevas, juegos a los que aún no haya jugado (no sabiendo, así, si son o no aburridos).
Para este curso tengo algunas locas propuestas basadas en los diccionarios, como no podía ser menos después del proyecto de Isidoro Valcárcel Medina en el que he estado involucrado, así como jugueteos con otras formas de hacer poesía, sonora, audiovisual, y literaturas de diversos contextos.
Así, por ejemplo, este 2015-2016 voy a probar a mezclar una compilación de poetas prostitutas chinas de la dinastía Tang junto con otra antología de diplomáticos españoles del siglo XX y ver qué resultado da. Si no lo pruebo no lo sé.
Muchos de los grupos temáticos que voy probando en el grupo avanzado han dado lugar a los Monográficos de Poesía que luego puedo incorporar a los talleres regulares o bien puedo mantener como cursos temáticos independientes. Es una forma práctica (a pesar de ser poeta soy pragmático) de reutilizar material y darle cierta cohesión y exigencia que dentro de un taller regular a veces se pierde.
La enorme cantidad de espacio destinada a la definición de esta palabra da una muestra de su enorme importancia… ¿o no? Quizá el tamaño no lo es todo. 😉
El caso es que estoy preparando el material para impartir un Taller de Juegos Absurdos en la Asociación Donantes de Risas de Rivas Vaciamadrid y me he encontrado con dos textos altamente interesantes y sugerentes, que casi me dan todo el trabajo hecho.
En primer lugar, la etimología de la palabra es fabulosa y puede conectarse con variedad de cosas:
Juego: Del lat. “iocus” – “chiste, broma, juego de niños” (cf. it. “gioco”, fr. “jeu”, port. “jogo”, cat. “joc” con el mismo significado que en cast. pero también ingl. “joke” – “chiste, broma” y en cast. “jocoso” – “chistoso”), proveniente del protoitálico *jok-o (por ej. en um. “iuka – “palabras”) y finalmente del PIE *yek- “palabra, declaración”. Está relacionada además con el bretón “yezh” – “lengua”, irlandés med. “icht” – “gente” y el protogermánico *jeh-a como en al. ant. “jehan” – “declarar” y en al. mod. “beichten” – “confesar”. Ésta última sería un calco lingüístico del lat. “confiteri” – “confesar” (compuesto por “com-” – “junto” y “fateri” – “admitir”).
Mientras que “iocus” dío lugar a la palabra “juego” y sus relacionadas en las demás lenguas romances, aquella más frecuentemente utilizada con el mismo significado en latín era en realidad “l?dus”. Sin embargo ésta fue reemplazada por “iocus” en algún momento y en consecuencia no dejó casi huella en el castellano (cf. “lúdico” – “emparentado a juegos” o el juego llamado “ludo” en latinoamérica también conocido como “parchís” en España).
Fuentes: Kluger p. 104, Watkins p. 102, Vaan p. 308.
Pero no lo es menos la propia definición de la XXIII Edición del Diccionario de la Lengua Española editado recientemente por la RAE:
juego. (Del lat. iocus). 1. m. Acción y efecto de jugar. 2. m. Ejercicio recreativo sometido a reglas, y en el cual se gana o se pierde. Juego de naipes, de ajedrez, de billar, de pelota. 3. m. Cada uno de los que se juegan con naipes, y se distinguen por nombres especiales; p. ej., la brisca, el solo, el tresillo, etc. 4. m. juego de azar. 5. m. En los juegos de naipes, conjunto de cartas que se reparten a cada jugador. 6. m. En el juego del mus, cuarto lance de la partida, que solo se lleva a cabo cuando el valor de las cartas de al menos un jugador alcanza 31 o más tantos. 7. m. Disposición con que están unidas dos cosas, de suerte que sin separarse puedan tener movimiento relativo; como las articulaciones, los goznes, etc. 8. m. Ese mismo movimiento. 9. m. holgura (? espacio entre dos piezas). 10. m. Determinado número de cosas relacionadas entre sí y que sirven al mismo fin. Juego de hebillas, de botones, de café. 11. m. En los carruajes de cuatro ruedas, cada una de las dos armazones, compuestas de un par de aquellas, su eje y demás piezas que le corresponden. 12. m. Visos y cambiantes que resultan de la mezcla o disposición particular de algunas cosas. Juego de aguas, de colores, de luces. 13. m. Casa o sitio en donde se juega a lo que se expresa. Se reunieron en el juego DE pelota. 14. m. Habilidad o astucia para conseguir algo. 15. m. Dep. En el tenis y otros deportes, división de un set. 16. m. pl. Fiestas y espectáculos públicos que se usaban en lo antiguo. ~ a largo. 1. m. juego de pelota cuando esta se dirige de persona a persona. ~ carteado. 1. m. Cada uno de los de naipes que no es de envite. ~ de alfileres. 1. m. juego de niños que consiste en empujar cada jugador con la uña del dedo pulgar, sobre cualquier superficie plana, un alfiler que le pertenece, para formar cruz con otro alfiler, que hace suyo si logra formarla. ~ de azar. 1. m. juego cuyo resultado no depende de la habilidad o destreza de los jugadores, sino exclusivamente de la suerte; p. ej., la lotería. ~ de billar. 1. m. billar. ~ de cartas. 1. m. Cada uno de los que se juegan con cartas, y se distinguen por nombres especiales; p. ej., la brisca, el solo, el tresillo, etc. ~ de compadres. 1. m. coloq. Modo de proceder dos o más personas que aspiran al logro de un fin, estando de acuerdo y aparentando lo contrario. ~ de cubiletes. 1. m. coloq. p. us. Destreza o artificio con que se trata de engañar a alguien haciéndole creer lo que no es verdad. ~ de damas. 1. m. damas (? juego que se ejecuta en un tablero de 64 escaques). ~ de envite. 1. m. Cada uno de aquellos en que se apuesta dinero sobre un lance determinado. ~ de ingenio. 1. m. juego en que por diversión o pasatiempo se trata de resolver una cuestión propuesta en términos sujetos a ciertas reglas; p. ej., las charadas, las quincenas, los logogrifos, los ovillejos y los acertijos de todo género. ~ de la campana. 1. m. juego infantil en que dos niños, dándose la espalda y enlazándose por los brazos, se suspenden alternativamente imitando el volteo de las campanas. ~ del hombre. 1. m. hombre (? juego de naipes). ~ del oráculo. 1. m. Diversión que consiste en dirigir preguntas en verso varias personas a una sola, y en dar esta respuestas en el mismo metro de las preguntas. ~ de los cantillos. 1. m. juego que juegan los niños con cinco piedras pequeñas haciendo con ellas diversas combinaciones y lanzándolas a lo alto para recogerlas en el aire al caer. ~ de manos. 1. m. Acción de darse palmadas unas personas a otras por diversión o afecto. 2. m. juego de agilidad que practican los prestidigitadores para engañar a los espectadores con varios géneros de entretenimientos. 3. m. Acción ruin por la cual se hace desaparecer en poco tiempo una cosa que se tenía a la vista. ~ de niños. 1. m. Modo de proceder sin consecuencia ni formalidad. 2. m. Acción o cosa que no ofrece ninguna dificultad. ~ de palabras. 1. m. Artificio que consiste en usar palabras, por donaire o alarde de ingenio, en sentido equívoco o en varias de sus acepciones, o en emplear dos o más que solo se diferencian en alguna o algunas de sus letras. ~ de pasa pasa. 1. m. juego de manos (? de los prestidigitadores). ~ de pelota. 1. m. juego entre dos o más personas consistente en lanzar contra una pared, con la mano, con pala o con cesta, una pelota que, al rebotar, debe ser relanzada por un jugador del equipo contrario. ~ de prendas. 1. m. Diversión consistente en decir o hacer los concurrentes algo, y paga prenda quien no lo dice o hace bien. ~ de rol. 1. m. juego en que los participantes actúan como personajes de una aventura de carácter histórico, misterioso o fantástico, afrontando incluso situaciones de riesgo. ~ de sociedad. 1. m. juego que se realiza en reuniones sociales. ~ de suerte. 1. m. juego de azar. ~ de tira y afloja. 1. m. juego de prendas que consiste en asir cada uno de los que lo juegan la punta de sendas cintas o pañuelos, que a su vez coge por el extremo opuesto la persona que dirige el juego, y cuando esta manda aflojar deben tirar los demás, o al contrario, y pierde prenda quien yerra. ~ de trucos. 1. m. trucos (? juego de destreza y habilidad que se ejecuta sobre una mesa). ~ de vocablos, o ~ de voces. 1. m. juego de palabras. ~ público. 1. m. juego que se lleva a cabo con tolerancia o autorización legal de la autoridad. 2. m. Casa o local donde se lleva a efecto ese juego. ~s florales. 1. m. pl. Certamen poético solemne en el que, a modo de los trovadores medievales, se premia al vencedor con una flor natural. ~s malabares. 1. m. pl. Ejercicios de agilidad y destreza que se practican generalmente como espectáculo, manteniendo diversos objetos en equilibrio inestable, lanzándolos a lo alto y recogiéndolos, etc. 2. m. pl. Combinaciones artificiosas de conceptos con que se pretende deslumbrar al público. ~s olímpicos. 1. m. pl. Competición deportiva mundial de juegos de verano y de invierno que se celebra cada cuatro años en un lugar previamente determinado. ORTOGR. Escr. t. con mays. iniciales. abrir ~, o el ~. 1. locs. verbs. Empezarlo. 2. locs. verbs. En el fútbol y otros juegos deportivos, lanzar la pelota desde un lugar donde hay gran acumulación de jugadores de ambos equipos, hacia un compañero desmarcado en la banda contraria del campo, para que pueda jugarla sin estorbos. acudir el ~ a alguien. 1. loc. verb. dar bien el juego. a ~ con. 1. loc. prepos. En proporción y correspondencia, en armonía. Por fin puso las cortinas a juego con las paredes. cerrar el ~. 1. loc. verb. En el del dominó, hacer una jugada que impida continuarlo. conocerle a alguien el ~. 1. loc. verb. Penetrar su intención. crear ~ un jugador de fútbol u otro juego deportivo. 1. loc. verb. Proporcionar a sus compañeros continuadas oportunidades de atacar y conseguir tantos. dar bien el ~. 1. loc. verb. Tener favorable la suerte. dar ~. 1. loc. verb. Favorecer o ser beneficioso o útil para algo. 2. loc. verb. Servir para muchas cosas. dar mal el ~. 1. loc. verb. Tener contraria la suerte. despintársele a alguien el ~. 1. loc. verb. Engañarse por estar la pinta equivocada, tomando un palo por otro. en ~. 1. loc. adv. En un intento. Están, andan en juego poderosas influencias. Ponen en juego todos sus medios. 2. loc. adv. En peligro. Está en juego tu reputación. fuera de ~. 1. loc. sust. m. En el fútbol y otros juegos, posición antirreglamentaria en que se encuentra un jugador, y que se sanciona con falta contra el equipo al cual pertenece dicho jugador. hacer ~. 1. loc. verb. Mantenerlo o perseverar en él. 2. loc. verb. Dicho del jugador a quien le toca: Decir las calidades que tiene; como la de entrada, paso, etc. 3. loc. verb. Dicho de una cosa: Convenir o corresponderse con otra en orden, proporción y simetría. hacerle a alguien el ~. 1. loc. verb. Obrar de modo que le aproveche a él, involuntaria o inadvertidamente por lo general. ~ fuera. 1. expr. U. en algunos juegos de envite cuando se envida todo lo que falta para acabar el juego. meter en ~ a alguien. 1. loc. verb. Excitarle con viveza para que ejecute algo, especialmente como diversión. no dejar entrar en ~. 1. loc. verb. coloq. no dejar meter baza. por ~. 1. loc. adv. Por burla, de chanza. verle a alguien el ~. 1. loc. verb. conocerle el juego.
V. casa de juego marcha del juego tabla de juego
He publicado en una red social el siguiente texto:
Tienes la necesidad de que otras personas te aprecien y admiren, y sin embargo eres crítico contigo mismo. Aunque tienes algunas debilidades en tu personalidad, generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes una considerable capacidad sin usar que no has aprovechado. Tiendes a ser disciplinado y controlado por el exterior pero preocupado e inseguro por dentro. A veces tienes serias dudas sobre si has obrado bien o tomado las decisiones correctas. Prefieres una cierta cantidad de cambios y variedad y te sientes defraudado cuando te ves rodeado de restricciones y limitaciones. También estás orgulloso de ser un pensador independiente; y de no aceptar las afirmaciones de los otros sin pruebas suficientes. Pero encuentras poco sabio el ser muy franco en revelarte a los otros. A veces eres extrovertido, afable, y sociable, mientras que otras veces eres introvertido, precavido y reservado. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser bastante irrealistas.
Y quiero ver el efecto que produce. Habrá gente que piense que es, incluso, un texto propio, cuando se trata de un mero experimento cargado de malicia.
Se llama Efecto Forer y me lo he encontrado en uno de esos contadísimos artículos serios sobre los sesgos cognitivos y/o valorativos en los medios de comunicación de masas.
Hay tanta falacia suelta…
Me siento solo
profundamente solo
profusamente solo
con una soledad
desconsolada
con una soledad
de trece cifras
con una soledad
deslavazada.
Me siento solo
sin metáforas
y sin ninguna gana
pensando en el momento de mi muerte
pensando en la vejez y sus miserias
pensando demasiado…
o tan poquito.
Me siento solo
con una soledad desamparada
con una soledad quejica y solitaria
con una soledad tan desolada
con una soledad casi ficticia
que perderé mañana
al despertarme
que perderé mañana en sus sonrisas
pero ahora
justo ahora
sólo ahora
el universo es un gigantesco cráter opaco
y el águila negra
no deja de jugar con mis entrañas.
Justo ahora
sólo ahora solo
siento una soledad unamuniana
una soledad kierkegaardista
una soledad prepaleoinuit o cuasidorset
una soledad atabascana
asolada
a solas sola y sola
y ola
y ola.
Me siento solo
profunda
profunda
profundamente
solo.
La noche me acompaña
y no tengo final para un poema
que no quería empezar
sabiendo como sé (falsa falacia)
que mañana lo habré olvidado
y me daré cuenta
de que este poema
es injusto
es falso
es casi ilícito
¿inmoral?
No sé, no sé…
pero la piel me pica
y los ojos no se cierran
y el vello cutáneo
me fuerza a imaginar
insectos en mis brazos
y el aire entrando en mi nariz
fantasea con sangre
sangre a borbotones octogenarios
glauca, falsa, ficticia y literaria:
sangre de olvido y olvido de poéticas
exigentes con la honestidad.
Me siento solo.
Sí, así, tal cual,
sin aditivos
ni conservantes
para tomar
… con calma
para tomar
… despacio
para tomar
…
…
Usándola como moneda
de cambio cibernético
por un mísero puñado de aplausos ciegos
mientras no dejo de pensar
en las peras del olmo.
Después de que parece ser que va a hacer caso a las solicitudes de los usuarios, FaceBook ha decidido implementar el icono-botón de «no me gusta».
Yo me pregunto si habrá gente que esté ya, como yo, deseando que incorporen otro que indique que no me gusta que no me guste.
Este icono-botón que yo propongo será muy interesante cuando el «buenrollismo» facebukero se vaya a la basura con un montón de «nomegustan» que no quedarán lo suficientemente claros, al no poder indicar si no te gusta que eso se publique, no te gusta que esa persona lo esté publicando, no te gusta, en general, esa persona y sus publicaciones, o sencillamente no te gusta el tono…
Vaya, que era tremendamente importante que FB introdujese su modificación para poder tener libertad de expresión… o algo semejante.
Aunque es posible, probable incluso, que algún gobierno vete o prohíba su uso ante determinadas publicaciones de interés nacional. Esto es tan absolutamente demencial…
táctica. (Del gr. τακτική \’arte de disponer y maniobrar las tropas\’). 1. f. Arte que enseña a poner en orden las cosas. 2. f. Método o sistema para ejecutar o conseguir algo. 3. f. Habilidad o tacto para aplicar este sistema. 4. f. Mil. Arte de disponer, mover y emplear la fuerza bélica para el combate. ~ de avestruz, o ~ del avestruz. 1. f. Actitud de quien trata de ignorar peligros o problemas. ~ naval. 1. f. Arte relativo a formaciones, dispositivos y movimientos de buques y escuadras para el combate.
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
estrategia. (Del lat. strategĭa, y este del gr. στρατηγία). 1. f. Arte de dirigir las operaciones militares. 2. f. Arte, traza para dirigir un asunto. 3. f. Mat. En un proceso regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento.