También había terminado recientemente la rama mongol de las lenguas altaicas.
Conseguir una nueva marquita verde al lado de la enorme macrofamilia lingüística Nostrática es una labor que suele llevarme entre un mes y varios meses, para una decena de lenguas, como en el caso de las lenguas tungús, por ejemplo. Extenuante y descorazonador, especialmente los días grises.
Ahora vuelve a tocar decidir por dónde continúo este trabajo infinito.
Hoy he modificado algunas pequeñas cosas en el menú superior, de modo que se pueda encontrar la forma de realizar donaciones al proyecto: patrocinios de lenguas.