Belleza premeditada

Deslizaba pantallas en su dispositivo electrónico con habilidad geísica usando sus manos de araña acorazada.
Todo en ella era sucedáneo exagerado, bien calculado para resultar elegante e informal, de juvenil sofisticación:

Uñas de una pulgada de rosa palo.
Extensiones rubias para su melena castaña lisa.
Pestañas postizas acompañadas de perfiles oscuros delimitando nefertítica las lineas de sus ojos.
Maquillaje presuntamente imperceptible.
Nariz de sospechosa rectitud.
Labios de una tridimensionalidad estipulada.
Piel de blanco satén, como noches sin fin.

Me dio por imaginar que estaba cerca de una nexus 6.
Sus pupilas marrones sin lentillas me miraron una única vez
antes de irse.

Las arrobas del género

Sobre el género gramatical y el género sexual sigo teniendo mis objeciones, aunque me sigan tachando por ello de micromachista o similar.

El caso es que cuando leo un texto con arrobas (ese signo utilizado para denotar la posible a u o que pretende ser inclusiva y que yo siempre asocio con direcciones de correo electrónico) paso el tiempo buscando errores de concordancia gramatical, pues tarde o temprano aparecen, que indican que, allende los gestos intencionales, el pensamiento subsiste.

He encontrado el siguiente texto que muestra esta habitual errata que se me dirá que no es importante. Pero a mí me sigue pareciendo crítica en tanto que deja en evidencia que se escribe asumiendo (arrobas aparte) que el género masculino gramatical no implica exclusión.

A lo que siguieron unas risas forzadas complices de cualquiera que quiere hacer una gracia, diga lo que diga. Así de estúpid@s somos a veces los hombres y las mujeres. Tenemos tanto miedo a no ser aceptad@s por la manada que vivimos en contra de nuestros deseos, de nuestras ideas, diciendo sí cuando queremos decir no, riendo sin ganas, asintiendo con la cabeza mientras l@s otr@s hablan, sólo por no ser echados del grupo.

El texto completo se puede ver aquí. Es un texto escrito por una mujer, que perpetúa su utilización inconsciente del «echados» (nosotros) independientemente del número de arrobas que implemente. ¿Podría ella ser tachada de micromachista por ello? Sé que si hago este comentario público, el que seré acusado de machista seré yo, así que lo ignoro, pero sigo teniendo esas objeciones del primer párrafo.

Esto no es una broma