Cambalache

Que el mundo es y será una porquería ya lo sé…

bah, no, no lo sé.

El mundo es muchas cosas y en él hay muchas personas
y no todo es cambalache ni mamoneo ni es una porquería
salvo que no veas más allá de tus narices y en ellas
haya guarrería que no te deje ver.

Aunque a veces convendría salir de lugares en los que se grita
sin parar
como si ese grito a lo Munch pudiera arreglar algo
que no fuese a uno mismo.

Yo no sé.

Estoy cansado de tanto exabrupto
de tanta crispación que me lleva a soñar con la obligación
de matar a alguien de un tiro en la cabeza
y mi resistencia
despertándome chillando ¡basta!
después de haber intentado convencer de que otras posibles actuaciones
existen.

No, no sé.

No es que no sepa socráticamente nada, es que verdaderamente no sé.

Estoy cansado de tener que saber
de posicionarme
de decir que Europa es mala
de decir que Trump es el diablo
de decir que la homeopatía es una estafa
de decir que el género no se combate en el idioma
de decir que la poesía es bella
de decir que hace falta algo que no sé si hace falta
de decir
y decir
y decir.

Estoy cansado
y punto.

Esto no es una broma