La Consulta: Aclaraciones

1.- ¿»Para qué sirvo» quiere decir qué talento poseo?

La respuesta breve sería «no».

Me explico: Servir, de acuerdo a la RAE, en sus acepciones 1, 4 o 6 nos muestra que 1. intr. Estar al servicio de alguien. U. t. c. tr. […] 4. intr. Ejercer un empleo o cargo propio o en lugar de alguien. U. t. c. tr. […] 6. intr. Aprovechar, valer, ser de utilidad. Y en tanto instrumento, o útil, es algo que «requiere a otro», a quien prestar el servicio, que en su acepción 20 nos dice ser una prestación humana que satisface alguna necesidad social.

En la última imagen de utilidad, está la relación con útil, instrumento o herramienta, útil como utensilio (Herramienta o instrumento de un oficio o arte), lo que me llevó a Oficio u ocupación, del opus-facere (hacer obra) cuya etimología lo traza hasta el lejano pre-indoeuropeo (PIE) op- (o(b)ra, producir en abundancia, trabajar) que se relaciona con

    op-

  • -us (obra, opulencia)
  • -(omnis)
  • -timus/ optimismo
  • -c(op)-ia Copioso, con-o(p)ra

Por cierto, también el j(ob) inglés tiene algo de ese servir, óp-timo.

Talento no tengo claro que contenga estas múltiples relaciones semánticas (aunque tiene otras muchas) y por tanto no, no es lo que quería decir.

Si hubiese de reformular la pregunta para evitar esta posible confusión, lo haría diciendo ¿de aquellas herramientas que puede que yo sea, cuál sería la que satisfaciese alguna necesidad social de manera que se desease valorar su apreciada utilidad?

Aunque, por otro lado, me alegra la confusión. Pues me ha llevado a indagar sobre los Talentos (que no tarentos, que también podría haber sido)

(Etimología de op-* http://etimologias.dechile.net/PIE/?op)

2.- ¿Cree usted en los talentos?

Hummm…. supongo que sí, pero según a qué nos estemos refiriendo. De nuevo etimológicamente, según la acepción 2 que ofrece la RAE, como aptitud me resulta algo muy creíble. Por no hablar de como moneda o unidad de medida (babilónico-greco-romana, creo). Parece ser que Talento en tanto Aptitud proviene de la Parábola de los Talentos del Evangelio de Mateo que me ha hecho descubrir un efecto curioso, conocido como Efecto Mateo que, simplificado sería «el rico se hace más rico y el pobre se hace más pobre». (http://blog.cronnection.com/es/consumo-colaborativo/la-historia-de-la-palabra-talento-de-una-moneda-una-aptitud/)

Aptitud que, en cuanto cualidad resulta una capacidad para «ser» bueno o idóneo realizando algo (de lo que no se dice si tiene o no interés social alguno).

Establezco un paralelismo entre aptitud-actitud de la siguiente manera

    • Aptitud (ser en sí) esencialismo, ser, to be, aptitud de ap(tare) de adaptar /ado, como termin(ado), pas(ado), pas(ivo)

vs

  • Actitud (ser para sí) existencialista, estar o hacerse, convertirse, to be-come, actitud de ac(ción), volición, volitivo/voluntad, de cara al futuro, act(ivo)

Aptitud de apto, ap-arejado, innato (nonato), previo a lo nato, de nuevo me conduce a la esencia, a la visión platónica del mundo. Soy más aristotélico, me temo.

3.- En caso afirmativo, ¿podría definir qué significa?

Talento en cuanto Don (extra-ordinario) me hace pensar en lo infraordinario (G. Perec) más que en aquel regalo divino… aunque ese Don /gift/, donar, do-(PIE), también me lleve a presente en cuanto regalo y así a presente en cuanto tiempo verbal, algo que se sitúa así entre la aptitud/pasado y la actitud/futuro.

¿Cómo podemos declarar algo como extra-ordinario? ¿desde dentro/intra-ordinario o desde fuera? ¿qué es estar fuera de lo ordinario? ¿existe una separación cualitativa, es decir, de cualidad o cuantitativa y en caso de ser esto segundo, ¿es mensurable??

Como alguien que se revela contra el criterio de autoridad, no me acaba de convencer esta acepción extra-ordinaria del talento/don. Pero quizá si alguna de las anteriores.

4.- ¿Tener talento en algo implica que este sea necesariamente remunerado?

Viendo «Talento» como un «potencial» (en potencia / Capacidad de producir un efecto) frente a «servicio» o la realización de un «actual» o acto que determina un trabajo producido (relacionado con el cociente entre potencia y el tiempo empleado) deriva en oficio/obra.

Potencia, de poder, (de *poti PIE), como en potestad, potencial, impoSible (de possi).

Me pregunto ¿cuáles son mis «potencial»es? ¿no son infinitos? ¿existe otro límite que el de la imaginación? Y si es así (que no lo sé) ¿tendría algún sentido remunerarlos? ¿con qué tipo de cuantificación, si son infinitos? ¿diferenciales/mónadas… infra-micropagos?

5.- En caso positivo ¿es justo [remunerar el talento]?

Ufff… la justicia (¿Justicia?) me supera/»supura». En esta reflexión, me bloquea pensar en la relatividad moral o en la necesidad social de unos parámetros comunes más o menos aceptables… o todo lo contrario. Por otro lado, ese justo, me había conducido a un «just» inglés (por falsa traducción) que luego convertiría en «accurate» y ajustado… o bien determinado, frente a la difusa forma de remunerar aquellas actividades a las que vengo habitualmente dedicándome.

Si lo cambio por un mucho más liviano/subjetivo ¿Me gustaría?

La respuesta sería no.

Sería implicar que no tenemos infinitos potencial-es y que, de ese modo, son remunerables.

¿Estamos predestinados a ser árbol y solo árbol? Sé que es famosa la sentencia de «La semilla es árbol en potencia. El árbol es árbol en acto», pero la semilla es alimento en acto (y semilla) y el árbol es leña en potencia y la semilla es (infinitas cosas concebibles) sujetapapeles en potencia y el árbol es pararrayos/sombrilla en acto (entre infinitos otros). Humano como soy, soy semilla, árbol y cualquier dios que se me ponga por delante.

Ahora bien, si hablamos de remunerar el despliegue social del desarrollo del talento… quizá estamos hablando del servicio.

(Acto y potencia: http://etimologiaspalomar.blogspot.com.es/2011/10/acto-y-potencia.html?m=1 )

6.- ¿Se puede servir en algo sin ser talentoso en ello?

Sí.

Aunque se sufrirá de falta de aptitud lo que se intente suplir con actitud. Pero si entre ese pasado/pasivo y ese futuro/activo se encuentra el presente/donado, quizá hay que volver a la idea de que el talento sea ese presente que ha de recompensarse o remunerarse (¿con talentos ;-)?)

7.- ¿Y si tiene un talento natural en algo de lo que es imposible recibir remuneración?

Sin entrar en el adjetivo natural, aunque en tanto don vendría a ser casi sobrenatural, o extraordinario (frente a natural/(normal)/ordinario), si no fuese la aptitud sino su ejercitación lo remunerado, entonces sí que ha de ser posible recibir remuneración.

En torno a re-munerar también he hecho mis indagaciones antes de atreverme a responder y me he encontrado su raíz en algo tan sugerente como un munus/muneris que es cargo/oficio/ob(ligación). Un munus que emparenta minicipius, munificencia, in-mune (en tanto libre de ob-ligación) y co-munus.

Munus-mune del latín «servicial» (que sirve), cumplidor de «su deber», tiene la curiosa historia de provenir del PIE *mei (=cambio) derivando en intercambiar (=re-munerar)

Ese mei* desata un mei(t) (=muto / cambio) que per-muta y acaba en mutuo, como en apoyo mutuo, de Kropotkin.

El mutuus es intercambiar haciendo hincapie en la reciprocidad, al contrario que don-ar (del PIE do*) que resulta ser un «regalo sin reciprocidad».

De nuevo, ese talento/don como presente/regalo puede acabar teniendo como retribución (ya no re-muneración) una don-ación, al contrario que el mucho más exigente «servicio» que ha de ser «re-munerado» aunque sea en forma de per-mutación de servicios/objetos/bienes…

Esta dicotomía me abre las opciones de buscar remuneraciones por mis servicios o donaciones para desarrollar mis talentos. (remunerar/servicios vs donar/talento)

8.- ¿Cree que debería haber otras personas que remunerasen nuestros talentos?

Casi respondida en la respuesta dada a la pregunta anterior, queda por establecer quién es ese «otro» u «otros» que, en reciprocidad, re-muneren los servicios prestados/pres(en)tados. Por no hablar de la mensura con la que se habrán de cuantificar las retribuciones o quizá, siguiendo el segundo de los caminos dicotómicos (donaciones/talentos). no esperar reciprocidad en el acto de don-ar (ya sea el despliegue activo del talento o su «recompensa»).

Otras personas deben, por tanto, remunerar los servicios o (¿deben?) donar para el desarrollo del talento.

En muchas ocasiones, siento que la visión que se tiene, por ejemplo, de la subvención de determinados sectores «productivos» está en esta segunda vía, pero exigiendo una prestación de servicio… lo que no corresponde con el comportamiento «natural» del talento/don, donación de aptitud.

No conozco, pero ahora lo tengo como tarea adicional, el libro Ensayo sobre el don, también conocido como El don o El regalo, (en el original francés: Essai sur le don. Forme et raison de l’échange dans les societés archaiques) de Marcel Mauss publicado por primera vez en 1925 que trata sobre los métodos de intercambio en las sociedades arcaicas. Curiosamente, creo que será fundamental en la remuneración en el futuro de servicios in-necesarios /paradigma del útil-inútil = poeta/artista.

9.- ¿Cuanta remuneración es necesaria para el futuro?

Después de un tiempo sin saber qué contestar viendo parpadear el cursor bajo esta pregunta, la personalizo y concreto: actualmente vivo con un promedio de unos 610 €/mes pero viene siendo algo escaso, sintiendo constantemente cierta desazón ante las perspectivas que mi envejecimiento va dejando entrever (para el futuro).

Pero en esta respuesta que relaciona remuneración con dinero es uno de los únicos lugares donde he hablado de talentos como unidad de medida.

Dado el trabajo que realizo (de unas 8 horas diarias de lunes a viernes laborables), en el entorno socio-cultural que habito, mi remuneración/retribución/salario/sueldo… o suma de talentos percibidos, debería estar cuantificada en torno a 1240€/mes hasta los 70 años y a partir de ahí retornar a unos 830€/mes o su equivalente a las 3/4 partes del mensual (tras las correcciones del IPC anual).

Pero podría cuantificarse una re-muneración mucho más adaptada al significado de la palabra en la que se intercambiasen por mis servicios unos servicios igualmente necesarios y cuantificables.

10.- ¿Como imagina un futuro blanco?

Obviamente, de todos los colores (del espectro de frecuencias electromagnéticas).

Esto no es una broma