neumáticos ardiendo
en el infierno
es el infierno
neumáticos neumónicos
que arden sin tregua
en la fragua
que se fraguó
años ha
neumáticos imposibles
con alma de chancla
con cuerpo de muerte
con beso de hiel
con labios de plomo
con sueños de olvido
con ansias de masa
con vientos de popa
con humos inhumos
neumáticos sordos
a las regulaciones
a las voluntades
a la entropía
a la felicidad
neumáticos sin otro fin
que el de arder
para ocultar
mutando
su origen
verdaderamente
negro
arraigado en el corazón ansioso de una liberalización mercantil que propone como sostenimiento el insostenible crecimiento egoísta y con alguna que otra consecuencia en forma de humo
negro
muy negro
muy
muy negro