El organizador de Contenedores, uno de los eventos más importantes de arte de acción en España, llamado Ruben Barroso me ha pedido (junto a otros 100 participantes) una fotografía de la inmediatez y me pregunto si eso es posible.
He agarrado mi móvil, que no estaba a mi lado, así que no era inmediato, y me he dispuesto a hacer una fotografía de casa, sin pensar mucho (pero inevitablemente pensando) y lo primero que me encuentro es que mi sobrina Jimena ha estado trasteando con la cámara y la ha dejado en «modo selfie», es decir, captando lo que estaba en frente del objetivo frontal, valga la redundancia.
Me he visto a mí mismo, self, self, self… y no he querido que fuese esa la fotografía enviada. Podía haber dado la vuelta al objetivo y apuntar antiselfimente hacia lo que quisiera fotografiar, pero eso no me acababa de gustar porque la calidad de la misma iba a ser peor, incluso cuando había sido advertido de que la calidad de la imagen no tenía la más mínima importancia.
Obviamente, no me he puesto a recoger la casa para fotografiar lo fotografiado. He huido (más o menos conscientemente) de captar objetos artísticos o similares para intentar parecer más natural… pero eso no ha dejado de ser una contradicción, pues de manera natural están en mi casa.
La fotografía en cuestión ha sido: