Tengo un poema en la cabeza que no quiere salir
está escrito con tinta de sinapsis
sobre la barra libre de los axones
entre neurona y dendrita.
Tengo un poema en la cabeza que no quiere salir
y se pregunta por su lugar en el mundo
de cosas
de objetos
de enseres
de tridimensionalidades.
Tengo un poema en la cabeza que no quiere salir
a convertirse en un poema fuera de mi cabeza
pasando a ser un poema en tu cabeza que no querrá salir.
Tengo un poema en la cabeza que no quiere salir
a estar escrito con sangre de pixel muerto
a ser resuelto a golpe de teclado
a encontrarse con ojos de aviesos lectores.
Tengo un poema en la cabeza que no quiere salir
está escrito con tinta de recuerdos
sobre la línea punteada de la desmemoria
entre sentido y sensibilidad.
Tengo un poema en la cabeza que no quiere salir
desea continuar inmaterial
como cenizas del olvido
sombra chinesca en una habitación a oscuras
sonido de árbol que cae en un bosque deshabitado
reflejo en el espejo que refleja un espejo
lágrima más allá de la nebulosa de orión.
Tengo un poema en la cabeza que no quiere salir
escrito con tinta de signos imposibles
sobre una raya semiótica (quizá también semítica)
entre símbolo y etimología.
Tengo un poema en la cabeza que no quiere salir
y rebota contra las paredes acolchadas de mi cráneo
reblandeciéndolo
erosionándolo
expandiéndolo
moldeándolo
hasta hacerme sentir que
todo yo soy un poema.