Haciendo Turismo Rural dentro de la M30

El sábado nos entretuvimos haciendo una excursión urbana, dentro de la M30 por imperativo categórico, como quien dice, debido a que decidimos coger uno de esos cochecitos de los que apenas he hecho uso desde que me dí de alta con Car2Go y alejarnos de nuestro céntrico-hipster barrio para ir a zonas más arboladas, tranquilas, de anchas aceras que casi podríamos denominar campestres.

Aprovechando que había uno cerca (lo que no suele ser frecuente) le propuse a Carmen dirigirnos a la zona del Paseo de Yeserías, donde tengo una clase particular y observo habitualmente la disponibilidad de terrazas ajardinadas, bajo árboles que creo que se llaman plátanos y a cuya simiente le tengo alergia. No obstante, aventureros como estábamos, nos dejamos llevar y fuimos a esa zona que resultó estar completamente tomada por policía nacional, policía municipal, antidisturbios y muchos, pero muchos seres humanos vistiendo camisetas de colores equivalentes a las de equipos deportivos. Es decir, que nos habíamos metido de lleno y sin saberlo en el corazón del enemigo: el fútbol.

Parece ser (me informó un agente con metralleta) que había un importante partido de final de algo… entre equipos foráneos a la capital en el estadio Vicente Calderón, en prevención de lo cual se había realizado ese despliegue de fuerza presuntamente disuasoria.

En resumen: teníamos que irnos de allí lo más rápido posible. Así que continuamos conduciendo hasta terminar cerca de la región más meridional de Madrid dentro del cinturón de la M30 que es el recinto en el que pueden dejarse aparcados los vehículos de Car2Go.

Comimos en una calle cuyo nombre no recuerdo (Puerto Serrano, 26) en una terraza llamada «Tapas de Bacalao» en un ambiente muy diferente al habitual postureo de nuestro Malasaña querido.

Fue una divertida experiencia que terminó satisfactoriamente cuando pudimos regresar a la región «contaminada» y nos adentramos en el Matadero de Madrid donde estaba teniendo lugar el encuentro de Poesía Poetas 2017 y tuvimos la fortuna de encontrarnos con unas estupendas personas afines con intereses afines que incluso guardamos cola para presenciar o asistir a una performance/acción de la ínclita Ester Ferrer.

Esto no es una broma