Andaba pensando en la Paradoja de Russell sobre el conjunto de aquellos conjuntos que no se contienen a sí mismos cuando me encontré la publicación de una amiga de una amiga que decía que no le gustaba que la agregasen a grupos, así que me dieron unas ganas terribles, casi irresistibles, de crear un grupo para aquellas personas a las que no les gustan que les agreguen a grupos de facebook, pero era poco exigente, así que me decidí por crear aquel grupo de quienes no desean pertenecer al grupo en cuestión, esperando que se salgan del mismo por voluntad propia, por supuesto, pero advirtiendo, además, que el grupo será borrado al cabo de una semana.
He añadido a unas cuantas personas a quienes considero lo suficientemente inteligentes como para comprender la naturaleza del grupo y esperando que no se enojen conmigo por haberlas incluido.
Resulta que para eliminar un grupo habré de expulsar a todos y cada uno de los miembros del mismo. Menos mal que no incluí a más de 40 personas.