La cucharilla

La cucharilla
no osa reflejar
concavidades.

Haiku de 17 sílabas tónicas (5-7-5) rompiendo la sinalefa del segundo verso, lo que otorga a la lectura algo similar a la pausa necesaria en el haiku conocida como Kireji (切れ字), sin serlo, no obstante.

Excepcionalmente un haiku puede tener entre 16 y 23 moras, en cuyo caso se denomina hachô (haiku de metro roto.

Podríamos añadir que le faltan otros de los elementos formales que hacen que un haiku sea un haiku, pero quizá el exceso de exigencias paralizaría la creación. Afortunadamente, también podemos hacer lo que nos dé la real gana y punto. A riesgo de que algún ortodoxo no nos considere Haijin… lo que, por otra parte, es intrascendente.

Esto no es una broma