No hago nada
La doble negación no niega
el negativo sentimiento de abandono
la derrota involucrada en las tinieblas
el horizonte vertical de negra ojiva.
No hago nada y hago que no hago
haciendo un sinfín de insurgencias en el alma
que no existe
haciendo una miríada de gestos hacia un dios
que no existe.
Hago como que no hago y así fenezco
en un continuo deambular de pupilas ciegas
sobre una lágrima artificial de durazno en flor
que no existe.
Sobrevaloro la existencia de la esencia
en un cuello de botella agreste y cruel
al que llamamos madurez
o paso inexorable (como debe ser) del tiempo
y así hago una nada de acción inasible y eterna.