Tus pasos aúllan como lobos locos
a la luna gris.
Plomo oscuro cual tu mirada sin luz
hinca tus ojos
a los míos.
No vivo sin tu paso plomizo
con olor a jazmín
contra la mirilla
contra mi umbral amurallado
oculto bajo un manto final
con locura insana
como los lobos al inicio.
Tus pasos aúllan como lobos grises
como lobos locos y grises.
Justo ahí
tú y yo
jugamos a mirarnos
hasta la última luna horizontal
afilando los cuchillos
contra los molares opacos.
Rugimos pavor
como lobos locos
como lobos
como locos.
Así
tus pasos aúllan plomizos y grises
como lobos locos
contra la última mirada
tuya y mía
al alba.