Divertido y desquiciante al mismo tiempo, esto de tener un teléfono móvil que, de cuando en cuando, sin que se sepa el porqué, tiene dentro de sí tres tiempos distintos. Y las diferencias entre ellos no siempre son tan pequeñas como la que muestro en esta imagen.
Tengo un pequeño incidente desde hace tiempo (va de tiempo, la cosa) con mi casi obsoleto último teléfono móvil, un BQ Aquarius o algo así, 4.5 de reducido tamaño (parece que la tendencia es a llevar televisores que funcionen como teléfonos esporádicamente en el bolsillo). Afortunadamente encontré una página que da cuenta de que no soy el único, porque creí que me estaba volviendo loco. Es una incidencia aún no resuelta (desde hace meses) que me da poca confianza en los servicios de postventa de BQ y su soporte técnico que, imagino, está esperando a que se actualice a la siguiente versión y se arregle el problema o bien que se cambie de teléfono, cosa que suele hacer la gente con mucha más frecuencia de la necesaria.
De momento, aguantaré con este teléfono todo lo que pueda, pero uno de los usos principales que le doy es que me sirva de medidor de tiempo de las clases particulares, de los talleres, etc. Y esta avería me está ocasionando un problema bastante serio que, por otro lado, es insignificante comparado con lo que llamaría verdaderos problemas.