Inventar una deidad

Y justo a continuación
no creer en ella.

Es mi naturaleza
terriblemente atea
la que dirige mi descreimiento
mi falta de fe ciega
mi ceguera de fe
o lo que sea.

La rima, ay, la rima
esa maldita deidad
desterrada del valle de las sombras
de cada poema melancólico
en el que abrir la cabeza
al paso de los años.

La rima, ay, la rima
en la que nunca creí
incluso haciéndole versadas
reverencias.

Pequeño problema de impotencia

En este caso, el problema de impotencia era de unos 500 wattios, los que no aportaba la fuente de alimentación del PC que tengo en casa.

De repente, ayer, después de estar funcionando el ordenador sin dar ni el más mínimo de los problemas, decidió no arrancar, pero no arrancar ni la BIOS ni nada de nada. Justo tras encender se apagaba sin proporcionar corriente a ninguno de los dispositivos internos.

O sea, que estaba completamente fuera de mis posibilidades el arreglarlo sin ayuda. Tendría que comprar una fuente de alimentación y, por lo menos, probar que esa era la única avería, pues cuando falla algo tan determinante suele haber fallos colaterales debido al pico de corriente… se «queman» los circuitos de placas delicadas. Total, que podría costarnos una pasta gansa, tener que comprar un PC, una semana de ajustes e instalación…

Y eso afortunadamente sin tener que pensar en pérdida de datos, que tengo «bacapeados» en múltiples dispositivos amén de la indefinida nube de Mega.

La verdad es que hay ocasiones en las que dudo que la tecnología esté aportando mucho a nuestra vida.

Y luego lo escribo en un blog, con un teclado y un ratón inalámbrico, mientras que gracias a la conexión de fibra óptica de casa me conecto a la red de redes donde se aloja en un servidor con wordpress instalado del que acabo de hacer una copia de seguridad por si acaso.

Es una locura… una especie de pérdida de tiempo y de dinero… pero yo siempre he sido tecnológico, casi tecnoilógico, diría.

Así que no me quedaba más remedio que intentar reparar este cacharro.

Por suerte, el dependiente de la tienda donde en su día lo adquirí ha sido de lo más diligente y me ha hecho la comprobación pertinente para determinar que efectivamente la causa única aparente del problema de arranque era la fuente de alimentación. La ha cambiado mientras yo tomaba un café descafeinado en la cafetería colindante y en una hora (un par de horas en total) ya tenía de vuelta el equipo.

Por errores de percepción o por precipitación compré el ordenador del estudio por Amazon y estoy lamentándolo casi desde el primer minuto. Fue una pésima decisión en la que ni siquiera ahorré una cantidad digna de la compra online. Tan sólo gané el envío, que, por otro lado, podría haber hecho como hoy, con un Taxi pagando con una APP del móvil por unos 12€ ida y vuelta.

Tengo que recordarlo para futuras adquisiciones. La tienda en cuestión, Main Shop, está situada en un viejo centro comercial de la calle Barquillo y apenas tiene clientes. Sin embargo, su calidad y su atención es con diferencia mucho mejor que la de las grandes superficies y, por supuesto, muchísimo mejor que una compra por Internet. Sólo espero que siga abierta pasados un par de años…

Nieve

Cae la melosa nieve
cautivando miradas
manto
siempre manto
algodón frío
hoy me recuerda
el libro duro y cruel
que terminé esta noche
de Primo Levi
sobre su estancia en Auschwitz
durante la matanza sistemática
trabajando en su propia
máquina de destrucción masiva
sobreviviendo
al invierno polaco
bebiendo agua helada
tras filtrarla para no enfermar
intentando mantener la humanidad
sobre una nieve de hombre libre
que se puede ver a través de una ventana
mientras las piernas entran en calor
gracias a 800 vatios de potencia
y se escribe un poema sobre
la melosa nieve
cautivando miradas
y se critica sutilmente
el abuso
de la palabra manto
para referise a ese cobertor blanco
de estructura microscópica tan particular.

Clase de poesía para niños y niñas

El otro día tuve la suerte de ser invitado a un colegio de primaria a contar mi experiencia como poeta, acompañado de un pequeño ejercicio de creación atípico que les dejó encantados.

A Ernesto Pentón, padre de Elías, le había propuesto la profesora de cuarto curso de su hijo que se acercase un día a explicar por qué, cómo, cuándo… se hizo poeta. Y Ernesto me pidió que le acompañase. La verdad es que me sentía un poco fuera de lugar, pero me hice un pequeño hueco y sé que a él le apetecía no sentirse solo delante de un montón de minipersonas que le interrogasen sobre sus textos o sobre todo lo pensable y lo impensable.

No obstante, salió muy bien parado y leyó algunos de sus poemas que los niños y las niñas aplaudieron sin comprender la profundidad de los mismos. ¿O sí?

Luego comenzaron a preguntarme algo, como si yo, un nopadre, existiese. Y les encantó. Sí, se me dan bien los niños y las niñas. De hecho, especialmente mejor las niñas, a las que incluyo y me dirijo, sabiendo que no suele ser lo más habitual y que, casi inconscientemente, se dan cuenta y lo agradecen.

Les conté un poco de mi vida, pero poco porque teníamos un tiempo muy reducido, y les hablé de la libertad que da la poesía, aunque no les quede más remedio que estudiar los obsoletos autores rancios que estudian en primaria, con Machado (remarqué Antonio y no Manuel) como el más vanguardista de ellos.

Ni una mujer (salvo alguna religiosa y la omnipresente estudiada gallega) en su haber literario. Ignoradas las del 27 a las que dediqué un pequeño pero significativo comentario. Hay que hacerles conscientes. Pero no es trabajo de la de lengua… ni de nadie, parece ser, así que siguen aprendido sin reflexión. Memorizando sin sentido.

Les propuse un ejercicio para terminar la sesión de 50 minutos en el que tenían que ser capaces de extraer, a partir de unas hojas arrancadas de un libro de Poesía Española Contemporánea (lo que casi es un oxímoron), un poema o texto poético a base de tachar lo que les sobrase para conseguirlo. Un trabajo que mis alumnos y alumnas de talleres de poesía y escritura creativa hacen sin ningún problema en 5 minutos.

Les costó mucho, les resultaba difícil y desconcertante eso de haber arrancado una hoja, eso de tener que tachar de un libro (oh, el canon), sí, de un libro impreso y serio tachar sin piedad hasta quedarse con lo que querían. Pero aún son pequeños y pequeñas y no entienden la trascendencia de la ruptura, la importancia de la rebelión.

Prefiero, sin dudarlo, adolescentes de espíritu valiente. Se sobreestima a los menores, diciendo que son muy creativos, pero no es del todo cierto. Son juguetones y juguetonas, pero no son conscientes de sus actos en gran medida y, desde luego, en absoluto de las repercusiones de los mismos. Para bien y para mal, pero a mí no me motiva enseñar a desaprender a gente que no ha aprendido aún.

Por supuesto, el juego les cautivó y pasaron un rato estimulante, e incluso alguna personita consiguió sacar algo de provecho, ahora que, si lo pienso, no es probable que de las 20 personas presentes más de 2 acaben siendo poetas.

Una experiencia interesante y que le agradezco a Ernesto. Corroboré lo que suponía: Primaria no es lo mío. Soy demasiado adulto. Y me encanta.

Perdiendo el tiempo

Hoy estoy haciendo cambio de letras
Jpu rdypu jsvormfp vs,nop fr ñrytsd

Dice un dicho popular que cuando el diablo no sabe qué hacer con el rabo mata moscas.

Pues no sé si hoy soy mosca o diablo.

Estoy perdiendo el tiempo a manos llenas.
Es triste, pero cierto.
Supongo que hay días así.

A esto le llama la gente procastinar.

6

seis

cada mes
tiene
un día
en que mi corazón sonríe
recordando
una cita en el achuri
bajando argumosa
mis ojos
intentando disimular
mirando un libro
posiblemente del revés
ella acercándose
con su vestido de planetas
azul
su piel morena
morena
y una risa en sus pasos

seis

cada mes
tiene
un día
en que mi corazón sonríe
recordando
su definitiva mudanza
a mi casa
que hoy
es nuestra casa
con sus colorines
entre mi blanco y negro
invadiendo de alegría
la racional partición del espacio diáfano

seis

cada mes
tiene
un día
en que mi corazón sonríe
recordando
que el mes anterior
tuvo un día
seis
en que mi corazón sonrió
recordando
que el mes anterior
tuvo un día
seis
en que mi corazón sonrió
recordando
que el mes anterior
tuvo un día
seis
en que mi corazón sonrió
recordando
que el mes anterior

y me quiere
todavía

Esto no es una broma