Es por generar algo de tensión dramática
pues omnipotente como soy
bien podría resucitar según me muera
y evitar dolor a quienes me quieren o me quieran
pero perdería mucho de esa espera lacrimógena
durante estos días festivos en los que se celebra mi ausencia.
El domingo haré algún tipo de entrada triunfal
en mitad de la comida familiar
bajando desde la lámpara del baño
que al ser de led es mucho menos contaminante que la infausta lámpara halógena
despilfarro de despilfarros todo despilfarro.
Pero hoy toca estar agazapado hablando en las afueras del universo de sucesos
con mi padre celestial
echando un vistazo de reojo
a este mundo antropocéntrico y azul
saturado de ruido y furia
por encima de la solubilidad de la crispación.
Menos mal que sólo soy un atajo de espaguetti
amarrado a una escudilla gris
a quien dedicarle toda oración digna de mención
bajo una manta de albahaca
preferiblemente fresca.