¿Qué harías por amor? o ¿Qué harías por amar?

Esta pregunta está mal formulada, habría debido preguntar(se) ¿Qué harías por amar?
Parece un cambio sutil, pero es crucial.

Se ama, no se consigue un objeto llamado «amor».

Eso es otra cosa. Quién no lo entienda, que lea a Eric Fromm (El arte de amar).

Yo amo, tú amas, él/ella ama, etc…

vs

Yo no «consigo» amor, tú no «ganas» amor, él/ella no «obtiene» amor.

¿Queda algo más claro?

El problema es que si se «vende» la idea de que el amor es algo que se «logra», acaba por ser mercancía en este sistema tan, digamos, perverso, con lo que hay infinidad de respuestas a la pregunta de ¿qué harías por (¿conseguir?) amor? que ponen los pelos de punta… y evocan o dirigen el pensamiento a grotescas acciones como intentar «adquirirlo» en el mercado económico. Y eso NO ES AMOR.

Esto no es una broma