Cadáver eXquisito

La luna es una región que escuece
hace cosquillas y les tiñe de amarillo
la añoranza de una tarde de un momento
y la terraza soleada,

horas de olvidar a tu enemigo saltando a la comba
en medio del mar
con marea alta
con el tiempo, el tiempo que se hace tarde.

El agua no quita mi sed.
Hay calores necesarios
como tus piernas.


A los ornitorrincos no les gusta el azafrán
porque quieren elegir a pesar de ser ornitorrincos
como versos sueltos sin conexión.

Las luces me ciegan aunque tal vez
sea una sed de vino y olvidos,
la tortura de los sordos es juzgar a ciegas
la lucha de la última noche y lloraron
lloraron todos pasaron la noche llorando.

Extraña existencia, extraño, extraño
negro sobre rojo
y cerca azul
nunca termina la luz
siempre está en alguna parte.

¿Por qué el proceso de «la manada» es tan mediático?

Normalidad.

Sí, por normalidad, por el hecho de que es «normal», son un puñado de «chicos» normales, más allá de la pertenencia del 40% de los mismos a algún cuerpo de orden y seguridad del estado, lo que da más miedo, lo que da verdadero pavor es sentir que cualquier «hijo de vecino» se parece a estos tipos y se siente identificado, de ahí esa defensa a ultranza de su «presunción de inocencia», que desaparece inmediatamente cuando los criminales son, pongamos, negros, vascos, argelinos… algo con lo que no identificar a cada hombre.

Distinguir entre hombres aquellos que no son como estos no es tan sencillo. Quizá no hay diferencia. Quizá no es una diferencia ontológica, ni tan siquiera óntica, sino tan sólo un acto diferente. Es ahí donde hay diferencia. Es eso lo que hace que este proceso sea especial. No son seres monstruosos, pero realizan un acto execrable que, por arte de birlibirloque (lease, patriarcado imperante), no reciben el trato de seres monstruosos y queda patente que lo que se juzga en muchos casos es el ser y no la acción.

No se juzga el delito de abuso sexual de igual manera si estos individuos hubiesen sido negros, vascos, argelinos, musulmanes… No recibirían ni una pizca de apoyo institucional. No se juzga el delito, sino a la persona. Este es un error declarado.

Porque esa es otra cosa: «la institución» (léase la legislación y las personas encargadas de aplicarla) está construida sobre estructuras que hay que modificar y está quedando especialmente en evidencia. Más que nunca. Y cuánto antes.

La manada

Sencillamente:

No entiendo que no se apliquen las mismas penas en sentencias de violación o abuso hacia las mujeres que en las condenas de terrorismo.

Reúnen las mismas condiciones. Si no aún peor: yo jamás he sentido miedo en Euskadi (salvo por alguna intervención de la Policía Nacional) y jamás pensaba si alguien, algún amiga, alguna amiga, iba por allí que le podía pasar algo grave. Jamás me dio por pensar que a Carmen, por ejemplo, le iba a pasar algo por, pongamos, ir a una herriko taberna y no hablar euskera. Sin embargo, cada vez que Carmen viene tarde a casa pienso si habrá un tipo al que se le ponga en la descerebrada cabeza la posibilidad de violarla. No vivo con miedo y procuro impedir que ese pensamiento me paralice o me ciegue, pero está constantemente ahí. (Y sí, no soy mujer, así que no puedo ni imaginar…)

Y según escribo esto me doy cuenta de lo traicionero que es el lenguaje ¿»iba a pasar»?… ¡Pero bueno! Que te caiga un ladrillo es algo «que pasa», esto es algo que «se comete».

Hay terror permanente, interiorizado, asumido como «normal», tanto que se culpabiliza frecuentemente a la víctima de abuso o violación. Pero para mí es un delito no sólo de terror, o terrorismo sino verdaderamente un delito de odio. Se abusa de mujeres o se las viola porque son mujeres.

No obstante, hay muchos menos agravantes en los crímenes del machismo que en los de terrorismo o en los de odio: a una etnia, que nunca será la mitad de la población, a una religión, que no alcanza a la quinta parte de la misma…, pero hay casi un 50% de mujeres en el planeta que viven con miedo.

Y un elevado porcentaje de hombres que tenemos miedo de que a las mujeres de nuestro entorno les ataque algún colectivo criminal que quede prácticamente impune.

Es decir, más de la mitad de la población mundial vive asumiendo un miedo permanente, omnipresente… y no se endurecen las penas.

¿De verdad a alguien le parece «molesto» que haya manifestaciones contra «la manada»? ¿De verdad que se puede decir que hay feminismo «radical» en un escenario como este? ¿De verdad que hablamos de «linchamiento» público y nos referimos al que hace el feminismo por una exigencia que no acaba de ser satisfecha? ¿De verdad que parece razonable una condena de 9 años por un crimen de terrorismo y odio? ¿De verdad que parece suficiente que hayan cumplido una prisión preventiva de 2 años y puedan quedar en libertad condicional? ¿De verdad parecería suficiente si el sujeto víctima del abuso fuese, pongamos, un madrileño en Euskadi o Barcelona, o un vasco en Madrid, o un cura en Irán? ¿De verdad?

¿Qué más tiene que pasar?

El fracaso del éxito

¡Qué éxito! ¡Cuánta gente! ¿Estaréis contentos?

El domingo organizábamos el evento 53 Latidos de Versos que se Abrazan con toda la ilusión de la que somos capaces, que es mucha. La afluencia fue excesiva, superó con creces nuestras expectativas y las del espacio en el que lo realizábamos. Nos habían dicho y repetido que en ese lugar se habían organizado conferencias para más de 140 personas.

Supongo que no confiaban en nuestro poder de convocatoria ni en el interés suscitado por un evento de Poesía, Música y Tango, pero se equivocaron. Y nos hicieron dudar, así que procedimos a hacer un llamamiento masivo, una campaña de captación de gente por si no alcanzábamos los mínimos que el local nos pedía para no tener que pagar dinero (nunca ganamos dinero de algo así y en la mayoría de las ocasiones lo perdemos).

El público comenzó, obediente, a acudir temprano para garantizarse una de las preciadas plazas. No hubo control de acceso y se fue llenando la sala sin orden ni concierto, lo que provocó que algunas personas se disgustasen. Afortunadamente, la mayoría comprendió la dificultad de lo que estaba pasando y colaboró para que pudiésemos estar lo mejor posible disfrutando del evento.

El aire acondicionado era mínimo y, especialmente al comienzo, se fue la luz unas cuantas veces. El calor ese día fuera superaba los 40 grados. Dentro no era mucho menor. Estábamos en una sauna y aún así, de nuevo la gente demostró ser estupenda y no crisparse (yo estaba crispadito por dentro… mientras me derretía).

En teoría íbamos a contar con una mesa de mezclas de la sala a la que podríamos conectar tanto el equipo necesario para la música como unos micrófonos inalámbricos comprados para la ocasión. El día anterior nos enteramos de que no existía la mencionada mesa de mezclas, así que improvisamos, con la inestimable ayuda de Jose Luis Yanguas, una conexión alternativa para que los micrófonos estuviesen conectados a un amplificador portátil cuya calidad no era la adecuada para una sala tan abarrotada. Pero sin los micrófonos, había mucho ruido ambiente y las voces apenas se oían. Así que la poesía quedó algo perjudicada por estos problemas técnicos.

No obstante, la palabra permanece en el libro estupendo que a la salida varias personas ansiaban tener en sus manos. Regalamos varios (no son ejemplares a la venta) a quienes se interesaron y próximamente convocaremos un recital poético que pueda dar vida a los textos que no se leyeron desde una intimidad diferente.

El espectáculo era demasiado espectacular.

Nos había podido la megalomanía y nos desbordó.

Sí, hubo problemas técnicos, pero no fueron los más importantes después de todo.

Al reflexionar sobre el evento, pensamos que habíamos perdido un poco el objetivo del mismo, de hacer disfrutar a los participantes de un encuentro amable, cálido (de calidad y calidez, pero no de calor), de dimensiones mucho más humanas, mucho más cercanas, en el que poder entablar conversaciones tras las actuaciones, relacionarse…

Pero tampoco en eso estuvimos acertados pues el lugar nos instó a abandonar sus instalaciones puntualmente a las 11:00, tras un pequeño ágape que quedó algo escaso ante el enorme esfuerzo que habían realizado todas las personas participantes. Es normal, nos decimos, son los precios del suelo en Madrid, es el precio de la comida… el trabajo de hostelería… ese sí se cobra, es normal. Nosotros no cobramos, ni cobrábamos, ni teníamos intención ni la tenemos. Así que no teníamos ninguna necesidad de organizar algo de semejantes dimensiones.

Fue un éxito, sí. Fue lo que se suele denominar éxito.

Las actuaciones de Tango fueron estupendas, las lecturas de Poesía fueron estupendas, las actuaciones musicales fueron estupendas, nuestras intervenciones fueron estupendas. El público aplaudió y lo disfrutó, a pesar de los pesares. Quedó un bonito recuerdo en las retinas de las personas que pudieron verlo.

Fuimos organizados en tiempo y roles, sabíamos quién tenía que hacer qué en todo momento y más o menos cumplimos con los plazos de las distintas piezas que se iban a mostrar y se mostraron.

Se pudo proyectar a modo de bienvenida una lista escogida de vídeos del Laboratorio de Experimentos Poéticos, interrumpida de manera algo abrupta por un corte de suministro eléctrico.

Pero estábamos superados. Absolutamente superados, de público, de actuaciones, de grandiosidad. Al despedirnos nos confesaron que, efectivamente, nunca habían tenido ese aforo, que en el interior de la sala caben como máximo 90 personas, que en todo el espacio (contando el restaurante que es otra sala) tiene un aforo de 140 personas y que, más o menos en una estimación aproximada, habían venido unas 160 personas a este evento.

Fue un éxito, sí. Fue lo que se suele denominar éxito.

Y sin embargo…

Ego Nipón

Me he enterado que salgo en un libro de mail art de la Karuizawa New Art Museum. Supongo que envíe algo (no recuerdo qué) a una convocatoria realizada desde este museo japonés. Me alegra saber que se ha hecho una exposición con ello y que alguna persona en otra parte del planeta ha visto alguna obrita mía. Lo que hace el ego… ¿Es ego nipón, en este caso?

-Book for Mail Art-
published by Karuizawa New Art Museum in 2018. 208pages, 128p ill.in color. English/Japanese

JULIO 2018: Poesía BEAT

Poesía Beat

Del origen de la rebeldía hipster a la experimentación poética.

Taller de Acercamiento a la Poesía de la Beat Generation en 5 sesiones de 2 horas divertidas, intensas, delirantes, creativas y ¡cargadas de Poesía!

Durante el taller monográfico dedicado a la Poesía de la Beat Generation, exploraremos esta Poesía descarnada entre el zen, el jazz, la locura y la escritura automática, escribiendo a partir de las obras poéticas de sus principales representantes. Se proporcionará todo el material necesario así como un acompañamiento de películas, música y otros recursos.

No es necesaria experiencia previa. Se utilizarán juegos para incentivar la creación colectiva y particular de los asistentes.

Día I

1.- Presentación: Literatura estadounidense de postguerra. La influencia Zen y el Jazz. Locura, sexo, drogas, crimen… y Poesía.

2.- El Aullido de Ginsberg: El principal Poeta de la generación. Biografía y lecturas de sus textos más característicos.

Día II

3.- En el camino de Kerouac: Además de la más célebre obra narrativa del grupo, nos acercaremos a su peculiar manera de entender la poesía. Poemas dispersos y haikus occidentales. La poesía y el JAZZ

Día III

4.- Beat Attitude, Mujeres poetas de la generación beat: «Hubo mujeres. Relegadas a un segundo o tercer plano por un canon crítico que, aun en nuestros días, sigue mitificando a las figuras masculinas del movimiento, las escritoras de la generación beat no se limitaron a ser meras amantes, esposas o amigas: también fueron escritoras prolíficas que, en numerosas ocasiones, no obtuvieron el suficiente reconocimiento.» Denise Levertov, Elise Cowen (~Gingsberg), Diane Di Prima, Joanne Kyger (~Snyder)

Día IV

5.- Las luces de la ciudad (CityLights) de Laurence Ferlinghetti. Además del editor por antonomasia de sus compañeros, la Poesía de Ferlinghetti es singular y durante mucho tiempo ha estado a la sombra de las estrellas.

Día V

6.- Otros y otras poetas de la generación: Gary Snyder (El verdadero orientalismo). Gregory Corso (Sarcástico a la sombra). William S. Burroughs (El humor y pesimismo de una generación perdida). Neal Cassidy (El estilo torrencial). John Giorno (Un beat tardío). Joyce Johnson (Autora de Personajes secundarios).

(Extra) Proyección de película sobre la generación Beat (Aullido)

 


Datos Prácticos:

Plazas limitadas. Grupos de un máximo de 10 personas. (mínimo de 4 personas)

Fechas: Del 2 al 6 de julio 2018
Horario: 19:00-21:00
Cuota: 70 Euros (10 horas)
Inform. y Reserva:  poesia@clave53.org // 655 99 04 13
Coordinador: Giusseppe Domínguez (www.giusseppe.net)
LugarC/Costanilla de los Ángeles, 2, Esc. Izda. 1-Dcha. Metro Ópera (L2, L5). A 5 minutos de SOL.

Sé que hay un mundial de fútbol en Rusia

Sé que se juega un mundial
un campeonato mundial
del mundo mundial
en una Rusia mundial.

Sé que tiene una importancia mundial
ese campeonato mundial
de un fútbol mundial
con la economía mundial
en plena decadencia mundial
salvo en algún lugar mundial
aunque la inequidad avanza de manera mundial
sobre la población mundial.

Sé que es ignorancia mundial
no saber nada más de ese mundial
que el hecho de que se juega en la Rusia mundial
donde no se habla un único idioma mundial
y que está en guerra mundial
con una Ucrania mundial
que no sé si juega al fútbol mundial
en ese campeonato mundial.

Sé que se juega un mundial
sí, lo sé, pero me importa un pimiento mundial
no saber nada más de ese mundial
del que parece pecado mundial
no saber qué partido del mundial
se juega cada jornada mundial
en el mundo mundial
que da una vuelta mundial
sobre sí mismo cada día mundial
de este año en el que el mundial
se juega en la Rusia mundial.

Sé que se juega un mundial
porque hay un alboroto mundial
en cada calle mundial
viendo un partido mundial
en cada televisor mundial
en cada emisora mundial
emitiendo a través de una red de satélites mundial
que controla el interés y la afición mundial
de la ciudadanía mundial.

Yo me juego mi vida mundial
en cada poema mundial
que ocupa un espacio ridículamente mundial
en una página de papel mundial
cibernético y mundial
como la alegría mundial
carente de significado mundial
como una Rusia mundial.

Sé que se juega un mundial
pero no es mi mundial
lo que me hace pensar que no soy mundial
o que lo mundial
es más subjetivo que mundial
por muy mundial
que se ponga lo mundial
en el año del mundial
en la Rusia mundial.

PROYECTO: 0029 – PALÍNDROMOS

[youtube_sc URL=https://youtu.be/erjRBVrimDY]

Título: Palíndromos

Letras simétricas
para
palabras capicuas

Poemas Especulares
Virginia García Falagán
Andrea Vidal Escabí

Edición de Vídeo
Giusseppe Domínguez

Imágenes de portada y cierre
Tanja Ulbrich

Una producción de Laboratorio de Experimentos Poéticos, de la Asociación Cultural Clave 53

Esto no es una broma