Antinatalista

El otro día leí un artículo casi cómico sobre que un antinatalista quiere denunciar a sus padres por traerle al mundo sin su consentimiento. Me resultaba muy sugerente el diálogo posible o imposible con sus progenitores, pues aquellos podían alegar que no le oían cuando le preguntaron (sí, sí que lo hicieron) si quería o no nacer.

Si este tipo de noticias son las que va a publicar un periódico serio como ese y no El Mundo Today… parece que el planeta está cada día más cerca de su autodestrucción por reducción al absurdo.

Seguramente, el personaje en cuestión me resultaría más simpático en persona, tomando unas cervezas y hablando de lo absurdo que puede ser reclamar a tus padres por haberte parido al mundo, una retroparida, por decirlo así, un recurso a un pataleo prefético, un grito ante-anticipado, un alarido neo-nonato.

Querría continuar la cadena de despropósitos que podrían responderle:

1.- En realidad no has nacido, eres tan sólo un producto de mi imaginación y en cualquier momento puedo dejar de soñarte.

2.- Justo antes de nacer nos hiciste firmar un acuerdo de confidencialidad en el que nos exigías que olvidásemos que habíamos firmado un acuerdo de confidencialidad por el el que acordábamos traerte al mundo siguiendo tus cuidadas instrucciones.

3.- Te contradenunciamos por obligarnos a cohabitar para tenerte, cuando no lo hicimos más que con el único motivo de la procreación. Estamos deseosos de que llegue el día en el que puedas encargar venir al mundo antes de estar en él.

4.- Consideramos que tuviste bastante tiempo antes de darte cuenta de que no querías estar en el mundo, antes de llegar a la conclusión de que la culpa era nuestra, así que damos por cerrado el asunto por prescripción de culpabilidad.

5.- Canibalízate a ti mismo. Parafraseando a Sócrates.

6.- El medio ambiente es sólo un medio, no un fin.

7.- No podemos permitirnos el lujo de escucharte porque tenemos que alimentarnos para poder tenerte y que puedas expresarte para que tengamos que escucharte pero sin tener el lujo.

8.- El problema es el capitalismo.

Esto no es una broma