Maquetar es un trabajo aburrido, pero que curiosamente me gusta hacer.
Diseñar portadas para el libro es un trabajo menos aburrido; mucho más creativo, pero que me cuesta mucho más hacer.
Siempre una cosa u otra realizada con herramientas de software libre que desde luego llegan de sobra a donde yo puedo llegar. No podría apreciar la diferencia utilizando software propietario.
Para maquetar utilizo Scribus y para los diseños de portada el fantástico Inkscape, siempre sobre Linux, claro.