Me asomo al balcón
como un croasán
y pienso
¿cómo sería sacar una silla
y desayunar todas las mañanas aquí
mientras miro pasar la gente
calle Arenal abajo
calle Arenal arriba
o leo un libro
o
sencillamente
planifico mi día
con cuidado?
Me asomo al balcón
y por primera vez en mi vida
me planteo tener unas plantas
a las que regar poco
– podrían ser cactus –
e imagino incluso ponerles nombre
y esperar el surgimiento de sus órganos sexuales
llamados flores.
Me asomo al balcón
y no pasa por mi cabeza
la idea de suicidarme
quizá por ser un primer piso
quizá por ser un primer momento del día
quizá por ser un primer atisbo de futuro.
Me asomo al balcón
y recuerdo no haber escrito nada
en este blog que nadie lee
y cuya repercusión me es indiferente
mientras miro pasar la gente
de quien no sé nada
y que no sabe nada de mí.
Me asomo al balcón
e imagino lanzar un poema
en un pájaro de papel
con tan mala suerte
que acabe en el ojo de esa señora
que camina
despacio
con una maceta en los brazos
buscando un lugar donde dejarla.