11S

No es casual que ya haya escrito una entrada sobre el 11S hace tiempo.
Es nuestro tiempo.
Tiempo post-11S.

Antes del 11S era posible viajar
sin pasar infinidad de controles de seguridad
que toda persona con dos dedos de frente
sabe que es absurdo.

Antes del 11S era posible imaginar
un insulto distinto a terrorista
para referirse a cualquier otredad
a quien se desease atacar posteriormente.

Antes del 11S era posible creer
en utopías.

Pero todo se derrumbó
después de la segunda torre
como un castillo de naipes
y ahora
tenemos una baraja rota
para hacer solitarios
mientras se quema la mesa.

6 de septiembre de 2019

han pasado 20 años
desde que esperaba en el Achuri
de Argumosa
su llegada
con vestido de planetas
su piel morena de caña
sonrisa de par en par

corazón en mano

mi corazón
en mi mano
su corazón
en su mano

para depositar

mi corazón
en su mano
su corazón
en mi mano

y así seguimos
hoy
con nuestros órganos de naturaleza muscular
comunes a todos los vertebrados y a muchos invertebrados
que actúan como impulsores de la sangre
y que en el ser humano
están situados en la cavidad torácica ajena

después de 20 años
después de 240 meses
después de 1045 semanas
después de 7305 días
después de 7305 noches
después de millones de besos
después de billones de sonrisas
después de trillones de miradas

y así seguimos
hoy
cumpliendo nuestra palabra
nuestras palabras
al borde de un mar valiente
iniciando
un paseo
esperando
su llegada
con vestido de planetas
su piel morena de caña
sonrisa de par en par
corazón de corazones.

Sky44

Una terraza impresionante a la vuelta de la esquina de mi casa. Y llevan bastante tiempo allí, pero el portal es casi inapreciable. Una vez dentro no parece que se tenga acceso a una terraza «cool» sino a una especie de bloque al borde del desahucio: suciedad en las paredes y en el suelo, descuido de los ascensores… aunque se ve un cartel (tímido) que anuncia Sky44 en el ascensor del fondo o del interior.

En una de las láminas laterales del equipo que te asciende hasta el noveno piso, un letrero reza que se trata de unas instalaciones del Grupo Gran Vía 44 (el número del portal en el que estamos).

Ni siquiera al subir al noveno vemos a simple vista la terraza prometida. Aunque… damos unos pasos y aparece una agradable pared adornada con un simulacro de jardín vertical. Y la sorpresa es mayor de la esperada: unas vistas impresionantes desde la décima planta de un edificio de la Gran Vía que es una de las zonas más altas de Madrid, con lo que se potencia la visibilidad en sus 360 grados de visión.

Sky44

Ambiente distendido antes de las 19:00 y unos precios que no son mucho mayores que los que se encuentran en la planta baja.

Carmen y yo disfrutamos un par de cervezas a poco más de tres euros cada una.

Y unas panorámicas mucho más que agradables. Pero no pude evitar mirar al fondo de un patio interior desde las escaleras que no descendimos. Y tampoco fueron menos espectaculares, salvando las enormes diferencias.

El arte de vestirse tras una ruptura

No dejan de sorprenderme los temas que ampara la prensa antaño herramienta seria de contrapoder. El otro día leí este artículo sobre el sujetador de Katie Holmes, aunque no sé por qué fui capaz de leerlo hasta el final salvo el «cariño» que le tengo a su personaje en aquella lejana en el tiempo serie de Dawson Crece que era amable y tierna (amén de moralista y proselitista cristiana). Para mí Katie Holmes siempre será «Joey Potter». Ni siquiera le tengo en cuenta su matrimonio con Tom Cruise y las exigencias demenciales que le hizo firmar el cienciólogo.

Pero lo que me parece bochornoso de ese artículo es que en ningún momento (y no esperaba otra cosa, pero quería encontrar una sorpresa) no menciona de qué manera se viste un hombre tras una ruptura. Tan sólo las mujeres recurren a su vestuario para «recuperarse» o recuperar vaya usted a saber qué.

Luego escucho de cuando en cuando que ya está bien de reclamaciones feministas, que hay igualdad, etc, etc… pero este artículo prueba completamente lo contrario. Aunque sea algo «voluntario» eso de vestirse. Lo que no es igualitario es darle importancia a cómo lo encara una mujer y, de algún modo, enardecer esa manera de hacerlo, luciéndose cual florero más o menos aparente.

Para colmo, las opiniones en los comentarios tan solo entraban a valorar si se había o no gastado demasiado en lo que a ella le había dado la gana comprarse.

Simple y llanamente… puagggg….

Esto no es una broma