números entre corchetes
avanzan hacia infinitos
insondables
perdiendo la palabra
que nunca quisieron sostener
en el horizonte de una contraseña
el destornillador
atrona el silencio
con gritos de luz azul
son órdagos del tiempo
anudados en cordones
de lana muerta
0 1 2
a la orilla del mar
a la orilla del mal
a la orilla
dejándose llevar por olas de indiferencia