Gravita la hora

Brota como tus labios
inaudita con la culpa,
tus labios sin hora
voluntariosos y oscuros
más allá rasgan al sol tus manos absurdas.

La hora gravita bajo la voluntad
y brota un raudo canal azul
para adoptar un lujoso mutis
y huir al infinito.
Contigo.
Sin mí,
más contigo
contiguo
tú y yo
y un labio con cartón.

(Lipograma basado en un verso de Rainer María Rilke del poema Fin de otoño en Venecia)

Esto no es una broma