He instalado una máquina virtual
en mi ordenador virtual
con un teclado virtual
para pasar un rato virtual
configuro un servidor web virtual
que tiene asociada una base de datos virtual
sobre la que recuperar mi blog virtual
este sobre el que escribo un texto virtual
cada día virtual
y me aseguro de su certificado criptográfico virtual
que firmo yo mismo de manera virtual
para que la comunicación virtual
entre el ordenador anfitrión virtual
y el ordenador huésped virtual
tenga un cifrado virtual
que garantice la máxima confidencialidad virtual
de una transmisión virtual
entre un software que emula ser un hardware virtual
para que un humano virtual
haga un experimento virtual
con el que vivir una vida virtual
virtual
llena de virtud virtual
llena de miedo virtual
llena de amor virtual
llena de ternura virtual
llena de amistad virtual
llena de arte virtual
llena de virus virtual
llena de locura virtual
llena de pantalla virtual
llena de infusión virtual
llena de alegría virtual
llena de tristeza virtual
llena de virtualidad virtual
hasta que llegue el instante virtual
en el que escapar de esta prisión virtual
alimentada por un enjambre de simbiontes virtual
al que llamamos cuerpo virtual
que hace una digestión virtual
sobre una comida virtual
sin más horizonte virtual
que una lámina de lágrimas aciagas virtual
desequilibrando el laberinto binario virtual
sobre el que se cimenta el universo virtual
del espacio-tiempo virtual
y poco a poco ir desapareciendo en un virtual
rayo de oscuridad electromagnética virtual
hasta ser nada: nada virtual.