De antes de que la palabra NOVEDAD
fuese inventada
es esta tienda
famosa
por sus botones
por sus hilos
por sus tejidos
por su permanencia.
Y ahí sigue
afrontando una pandemia
después de afrontar guerras
y afrontar dictaduras
y afrontar crisis financieras.
Es un resquicio de esperanza
en esta época incierta
en la que se mueve la tierra bajo los pies
en la que sentimos temblores en el alma
y la piel.
Algún día desaparecerá
como todo.
Pero ayer estaba aguardando a que comprásemos
un poco de adhesivo para cuero
que no venden en las modernas tiendas
de nuestro barrio.
Fotografié este instante
capturando lo que no existe:
la inmovilidad.
Algún día
como todo
desaparecerá.