Amapolas en el Cráter: Episodio 046

Programa *Amapolas en el Cráter*.

*20 minutos de voces habitando el espacio sonoro con poesía*. Poema de poemas propios o ajenos, fragmentados o completos. Textos recitados por poetas de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la *Asociación Cultural Clave 53*. Te esperamos con nuevos episodios de Amapolas en el Cráter en nuestra web (*clave53.org*)

En este episodio han participado:

  • Ernesto Pentón Cuza
  • María Jesús Orella
  • Mónica Rubio
  • Ester Morales García
  • Susana Olalla Serra
  • Giusseppe Domínguez
  • Lucía Herrero
  • JMariano Velázquez
  • Isabel Jiménez
  • Paula García Izu

https://anchor.fm/clave53/episodes/Amapola-046-e11gf24

3000 entradas

Hace unos días llegué a las 3000 entradas en este diario o blog, según quiera llamarse.

Son 3000 textos que he escrito y que podrían no haber sido escritos sin merma absoluta (ni relativa) de la calidad de vida de nadie, salvo, quizá, yo.

Son 3000 textos que habría de revisar para asegurarme de que no contienen afirmaciones con las que hoy no estaría de acuerdo, ni errores ortográficos o gramaticales dignos de ser corregidos.

Son 3000 textos (aunque no siempre fueron textos).

Son 3000 textos multimedia cuyo formato más que seguramente no ha soportado los cambios de plantilla a los que los he sometido.

Son 3000 textos que contienen más de 3000 enlaces a otros textos que a su vez puede que contengan otros 3000 enlaces a otros textos que a su vez… forman lo que denominamos «la web», así, por abreviar.

Son 3000 textos que incluyen más de 1000 imágenes que no valen más que 1000 palabras y que en muchos casos habrán desaparecido de la URL que las ubicaba.

Hace unos días llegué a las 3000 entradas y, con esta, voy camino de algún otro número redondo más o menos intrascendente.

Nada importa nada

Iba a escribir
en una red social
que hierve
con la victoria de un equipo de fútbol
que no me importa nada
la victoria de un equipo de fútbol
pero me he reprimido
(como en tantas y tantas ocasiones)
porque tampoco importa que no me importe nada
la victoria de un equipo de fútbol.

El silencio
de la indiferencia
otra vez
ha ganado el partido.

El hórreo

Deposito mis enseres
(seres de interior)
sobre el tablero
donde trabajo
asegurándome
antes de servirme un té
que el teléfono móvil
no está en contacto
con la superficie
en la que puede derramarse
accidentalmente
el té que me he servido.

Es un hórreo
que protege
lo que creo
ingenuo
que me da de comer.

El hórreo se desmorona
cada noche
cuando he hecho como que trabajaba
una jornada más
que no le interesa a nadie
una jornada más
una jornada más

«Musulmania» no es un país

Leyendo un artículo interesante que habla de la segregación que se produce en los colegios españoles, me quedo atento al siguiente párrafo que contiene una comparación que me perturba desde hace tiempo:

uno de los barrios más alejados del centro de Manresa, el Xup, que fue construido a finales de los 60 para alojar a las familias obreras recién llegadas, fundamentalmente andaluzas. Ahora, abunda la población musulmana.

De familias andaluzas a población musulmana.

Esto es algo extraño:

Las familias andaluzas (en los 60) eran católicas, pero no se indica así, sino tan sólo por su origen de procedencia y no por sus creencias. Era lo normal: Gente como dios manda.

La población musulmana puede que no toda sea creyente, aunque eso sería una contradicción, teniendo en cuenta la etimología de «musulman» (Musulmán (en árabe, مسلم‎, muslim) es quien acepta las creencias islámicas, es decir, que cree en un solo Dios y además en el profeta Mahoma como Mensajero de Dios.) e indicar su procedencia puede resultar largo de explicar o difícil: ¿Puede un musulman haber nacido en, pongamos, La Rioja?

Bajo este párrafo veo racismo y del simple: no se habla de marroquíes, ni de argelinos, ni de magrebíes, ni de árabes o sirios (con sus correspondientes femeninos gramaticales). Se habla de musulmanes pero se quiere decir: gente de piel poco clara (y pobre). Lo digo por si nos tenemos que aclarar a la hora de entendernos.

Me alegra y me da esperanza la iniciativa de estas familias tan paritariamente representadas.

En proceso…

Cada día me piden más complejas maquetaciones para los poemas que envían para el libro colectivo que editamos cada año en el Taller de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53. Y es que parece sintomático de que la palabra tras la palabra y el salto de línea se quedan cortos para un mundo telepatético en el que el pixel parece posibilitarlo todo como si la realidad virtual se colase en un libro de 12 por 18

Hoy me enfrento a estos retos con ganas, plagadas de escozor en los ojos. (Maldita alergia) No parece haber un único día en el que estar satisfecho con la vida al completo.

Y sin embargo ilusionado.

Donar, plantar, ceder…

Los madrileños ya pueden plantar o donar árboles con el proyecto Replanta Madrid

¡Qué buena noticia! Ya podemos donar, plantar, etc… los madrileños por nuestra cuenta, así, sin planes municipales, sin más que una pala y una semillita… lo que viene siendo ordinariamente: «plantar un pino».

Veo a un montón de hombres (hombres de los de traje azul y corbata…) haciendo un paripé de fotografías y plantíos y pienso en las últimas elecciones autonómicas y me da verdadero asco, por no decir pavor, la sensación de que admitamos como algo bueno la dejación de responsabilidad, la falta de interés por la actividad pública a la que deberían dedicarse…

Y hay que aplaudir la iniciativa, claro que sí.

Pues yo no lo hago.

Bajo este aparentemente buen proyecto se esconde una privatización paulatina de la gestión pública, de la asistencia social, de la gestión medioambiental, de la educación…

Y es que de un tiempo a esta parte ha proliferado el número de personas (voluntarias o cobrando sueldos que no quiero imaginar) que se dedican a solicitar la participación económica de la ciudadanía en diferentes ONGs, ya sea del cuidado de niños y niñas, para salvar el planeta del cambio climático, para evitar los bombardeos en según qué regiones del mundo o para cualquier otra cosa de la que, sin voluntad política, se deposita la responsabilidad casi única en la buena voluntad (en actos caritativos) de la buena gente que pueda con su dinero privadamente aportar un granito de arena para ayudar a paliar los problemas… que en ningún caso se plantea resolver.

Es decir, se ha decidido que los problemas están ahí para quedarse, que no se va a buscar soluciones ni a evitarlos, sino que se va a buscar la manera de morir más dignamente… y, por supuesto, pagándolo privadamente aquellas personas capacitadas.

No puedo compartir esa euforia por proyectos como este que los lleva a cabo el ayuntamiento que ha decidido tumbar la propuesta más ecológica que ha tenido Madrid en décadas (Madrid Central) por un absurdo defecto de forma y con un objetivo claramente electoralista.

Pero las elecciones autonómicas dicen que la gente prefiere ese modelo, así que sean esas personas, quienes apuestan por ese modelo neoliberal, quienes aporten a las caritativas limosnas para las personitas que lo están pasando mal… como consecuencia del modelo neoliberal.

Yo me bajo de esa moto. Aun a sabiendas de que hay urgentes necesidades de colectivos que no tienen otra forma de abordarlo. Lo sé, pero ya no quiero formar parte de esta ciudad… casi ni quiero…

Cuando el diablo no sabe qué hacer con el rabo mata moscas

Dice el dicho.

Y yo me dedico a ver las tripas de una web como si no hubiese nada importante que hacer.
Quizá porque nada de lo que últimamente hago me parece importante.
Quizá porque nada me parece importante.
Quizá.

Hoy mi alumna Kay Woo, de quien tanto aprendo, nos ha presentado su preciosa web nueva https://www.kaywooart.com/ y me he puesto a curiosear sus entresijos, que lo ha hecho más difícil de lo normal con la típica obstrucción a la utilización del botón derecho del ratón, posiblemente con intención de que no se pueda descargar imágenes o similar, pero ya sabemos que eso siempre me resulta un reto, así que he descargado algunas de sus páginas para ver de qué manera lo impedían, esperando encontrar en el código algunas pistas de cómo estaba hecha.

Curiosamente, no era otra plantilla de wordpress, de las que tanto abundan, casi hasta en más de un tercio de mi propia web, sino que no podía identificar claramente cómo estaba hecha (salvo que usaba mucho javascript paquetizado) y lo único que he visto para saber de dónde provenía era un dominio al que se hacía referencia de cuando en cuando llamado cloudfront.net, que parece ser que tiene algo que ver con AWS CloudFront, pero puede que no sea propiedad de Amazon, sino tan solo algún tipo de herramienta compartida por ambos.

Pues según Kay estaba hecha en una plataforma denominada Portfoliobox que he de reconocer que tiene una pinta estupenda para plantillas sofisticadas y sencillas al mismo tiempo.

Lo que está claro es que los tiempos de programar webs (si es que alguna vez se llamó así) han muerto completamente en aras de plantillas más o menos personalizables que permiten hacer verdaderas virguerías como la elegantísima web de Kay Woo sin las complejidades innecesarias de bregar con programadores, codificaciones, etc… que dan más problemas que ventajas, por mucho que yo siga siendo un dinosaurio de la vieja guardia y renuncie a hacerlas si no es vía VI sobre Linux…

¡Ay, cuánta torpeza hay en la nostalgia o la cabezonería!

Crema poética

Me llega esta publicidad indeseada al correo electrónico, lo que para abreviar se denomina spam y me incita a producir alteraciones que modifiquen esa protéica cualidad (que no llevaría tilde) por otras palabras mucho más simpáticas.

Nuevo Dofit con crema protéica
y hasta 15% de proteína
Delicioso, Fit y muy Nutritivo

Crema poética.
Crema profética.
Crema política.
Crema polifacética.
Crema probética.
Crema probélica.
Crema poliédrica.

Y cada una de ellas me parece mucho más sugerentes que esa simple referencia a esos aminoácidos creciditos…

Esto no es una broma