No he podido sustraerme a la intervención realizada sobre una fotografía (no sobre la pared, que me da algo de pudor y casi me asusta) de esta fachada del antiguo Palacio de la Música de Madrid, que tuvo el mal gusto de cerrar para convertirse en un edificio propiedad de Caja Madrid, que luego fue Bankia y ahora es Caixabank, pero que nunca devolvió el dinero prestado para su recuperación. Esa empresa no es tachada de okupa, precisamente.
La foto original está a continuación: