Tras casi 2 años de interrupción en el Laboratorio de Experimentos Poéticos nos volvimos a encontrar unas cuantas personas deseosas de extraer del desconocimiento nuestro sendero, de explorar lo ignoto, de crear casi ex-nihilo, el viernes pasado a las 18:00.
No sabíamos qué iba a pasar, qué íbamos a hacer. Comenzaron a surgir ideas variopintas, algunas de las cuales eran peregrinas (o resurgirán en un futuro) y otras eran demasiado ambiciosas para concretarlas en 1 hora y realizarlas en 2 horas con los materiales que teníamos a nuestro alcance.
Esta vez, casi a modo de experimentación dentro de la experimentación, decidimos no lanzarnos a realizar algo cuyo final fuese un vídeo, para seguir alimentando nuestro canal de YouTube, es más, buscamos materiales intencionalmente analógicos, como el cartón o viejas cajas de CD.
Raquel Gómez González había traído consigo un breve diccionario de Chamorro (Chamoru), lengua hablada en la isla de Guam y en las islas Marianas del Norte donde comparte la oficialidad con el inglés. Es una lengua malayo-polinesia, en la familia austronesia, y tiene muchas influencias del español, habiendo llegado a considerarse que el chamorro hablado a finales del siglo XIX era un criollo de base española.
Habíamos hablado, Andrea Vidal Escabí, Ernesto Pentón, Raquel y yo, de la idea de qué significaba una «historia circular» que yo apunté que me llevaba a la imagen de círculo, así que nos lanzamos a utilizar CDs… pero no queríamos que fuese demasiado digital, con lo que decidimos recortar Discos de cartón de las mismas dimensiones que las de un CD.
Hablando de dimensiones, recordamos que los CD tenían inicialmente una «duración» de 74 minutos pues se habían diseñado con la idea de introducir la 9ª Sinfonía de Beethoven sin cortes y ello dio la idea a Andrea de que escribiésemos textos de 74 caracteres.
Así que procedimos a escribir 16 poemas de 74 caracteres cada uno que recorriesen de manera circular unos discos de cartón que incluyesen palabras en chamorro y la palabra «circular» en algún punto del mismo.
Cada disco, con su portada, su disco blanco simulando el hueco inexistente, es una pieza única de una serie de 16 ejemplares de lo que podría ser una revista objetual bastante sugerente. Nos llevamos a casa las 16 piezas con intención de hacerlas circular, como procede.
¿Puede, en esta época de tiktok, reels, etc, ser una revolución la vuelta a lo analógico?