calendario

Muchas veces, el mejor calendario es el más analógico de todos: simple, presente, elocuente, fácilmente modificable, y que en un primer vistazo muestra lo agotador que suelen resultar los fines de curso.

Esta es una prueba de mis fines de semana (lo más difícil de recordar) de mayo y junio. El ocio se entrelaza con el negocio en una trenza algo perversa y contradictoria.

Esto no es una broma