El domingo pasado presenté el proyecto Paraguas, tal y como estaba previsto, en uno de los más bellos y delicados espacios de Madrid.
Escribí una breve y muy merecida reseña del lugar en Google, para ayudar a la difusión de uno de los mejores lugares que conozco en esta ciudad:
Madrid Music Hall es dirigido con talento, dedicación, esfuerzo, pero sobre todo con ilusión y amor, por Marta Aranda, quien ha logrado en menos de 2 años convertir una antigua oficina bancaria en una maravillosa escuela de música que además de enriquecer a la población local con cultura, ofrece la oportunidad (muy escasa en esta ciudad) de seguir sus eventos, de organizar eventos artísticos, literarios, musicales… en un Auditorio perfectamente equipado (con piano de cola incluido en el escenario) y diligentemente atendido.
No puedo imaginar un lugar mejor que nace con la voluntad de hacer del mundo un lugar mejor.
Gracias a la organización por su trabajo y auguro felices años venideros llenos de poesía, música, artes y belleza, platónica belleza, de la de «bueno/bello/vero».
No perderse su programación de eventos y cursos. ¡De lo mejor!
Algunas de las fotografías que se hicieron el domingo pasado muestran lo agradable que resulta una presentación en este espacio: