Una bailarina
con rotura de menisco.
Un poeta o profesor
con afonía y dolor de garganta.
Algo te está diciendo el cuerpo
pero no escuchas
y un día
te romperás en mil pedazos
como vaso duralex
y tus esquirlas
las barrerá el tiempo
como las lágrimas
la lluvia.
¿Qué más tiene que pasar?