Setas Shiitake en salsa de soja

El otro día, más por improvisación que planificación, nos encontramos con que nos habían vendido 400 gramos de setas shiitake (aunque no estoy plenamente convencido de que lo fuesen) en lugar de setas de cardo (domésticas) que son las que suelo utilizar para cocinarlas a la plancha.

Y no sabía muy bien qué hacer con ellas, así que encontré algunas recetas que recomendaban hacer un proceso de marinado con salsa de soja y me lancé a ello.

Ingredientes para 2 personas:

  • 10 ml de aceite de oliva virgen extra (siempre en la comida oriental recomiendan aceites menos aromáticos que no enmascaren el sabor de las salsas, pero no tenemos aceite de girasol, ni de soja)
  • 2 cucharadas de salsa de soja (la tenía con sal, así que no hay que agregar sal al sofrito)
  • 40 ml de agua o caldo de verduras
  • una rama de cilantro fresco
  • 400 gramos de setas shiitake
  • Una cebolla o un par de cebolletas
  • Un diente de ajo
  • Un pimiento amarillo

Preparación

En un bol verter las cucharadas de salsa de soja, el agua o el caldo de verduras (poco) y el cilantro picado, pero no demasiado.

Lavar y cortar las setas en 4 trozos.

Revolverlas con la mezcla en el bol y dejarlas reposando media hora fuera del frigorífico. Remover de cuando en cuando para que se impregnen bien con la salsita que absorberán como corresponde a un material tan esponjoso como son las setas.

Cortar en juliana la cebolla o las cebolletas y el pimiento y laminar el ajo.

En una sartén profunda o un wok sofreír el ajo, la cebolla y el pimiento.

Cuando esté trasparentándose la cebolla, añadir las setas escurridas que habrán estado marinándose en la salsa de soja y dejar que vayan soltando el jugo que habían absorbido. Si se quiere, añadir la salsa restante (si quedó algo remanente en el bol) pero para ello habría sido conveniente añadir una cucharadita de harina al sofrito un minuto antes de añadir las setas.

Acompañamiento

Curiosamente, el día anterior habíamos cocinado un delicioso arroz basmati vaporizado al curry que combinaba perfectamente con el plato de setas, pero un arroz blanco que pudiese impregnarse de salsa de soja en exceso también habría sido proverbial y sencillo.

Completándolas

Si se desea, esta misma receta se puede completar para que sea un poco más contundente con media pechuga de pollo que, cortada en trozos, se habría tenido marinando con las setas aunque convendría haberla sellado mínimamente con la plancha antes de preparar el sofrito. También funcionaría muy muy bien con frutos secos, como podría ser un puñado de almendras tostadas o frescas.

Esto no es una broma