Como otro año más, he decidido participar con una mínima intervención en la IV Convocatoria Internacional de Arte Postal organizada por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Móstoles y coordinada por el artista, editor experimental y amigo Pepe Murciego de la Revista La Más Bella. Se expondrá en el Centro Cultural Villa DE Móstoles, que lleva este año por título «DEJANDO HUELLA» y adjuntan una imagen que invitaban a tomar a modo de inspiración o como motivo de modificación/intervención.
Tras casi un mes pensándolo, lo que sí me apetecía era tomar la propia invitación (el soporte físico de la misma) como mi propia participación, en un acto de respuesta utilizando el mínimo material digital posible.
Sólo he trabajado con sprays de distintos colores para «no tocar» en la medida de lo posible, el objeto intervenido (algo así como evitar dejar mi huella).
Así, la cara en la que estaban los detalles de la convocatoria me han servido para rescatar el destinatario y escribir el remitente tapando todo lo demás con spray blanco.
Por el lado contrario, la imagen de la huella, ha sido intervenida con spray dorado (he utilizado un canutillo de un rollo de papel higiénico que he rociado en abundancia con spray para dejar que luego esa masa de color tenga volumen y dé lugar a una forma que se vea afectada al derramarse por los surcos de la huella).
En alusión (no muy velada) a mi admiración por la obra de Ives Klein, he añadido dos «ataques» de spray Azul de Prusia (no es IKB, pero se asemeja) que se mezclan con la masa dorada interpenetrándose desordenadamente (orgiástica o dionisíacamente).
Quizá porque estoy haciendo un taller sobre Poesía Clasica China y acabo de hablar de la idea de huella como base para «generar» sus ideogramas, he decidido escribir con un pincel que extraía pintura de la masa principal de spray dorado aún no seco el texto, algo obvio, que rodea la huella.
Por supuesto, irá sellada con un sello propio y sin nada más que añadir.