No paso un día
sin morir agonizando
por humo infinito.
Tu prohibición mató
mi ansia por fumar,
mató mi dicha
y hoy no viviría
ni un minuto más
sin un cigarro
rozando mis labios blancos,
podridos labios moribundos.
Diario
No paso un día
sin morir agonizando
por humo infinito.
Tu prohibición mató
mi ansia por fumar,
mató mi dicha
y hoy no viviría
ni un minuto más
sin un cigarro
rozando mis labios blancos,
podridos labios moribundos.