Que cada cierto tiempo alguna persona se acuerde de mí y de mi Proyecto Paraguas, me hace muchísima ilusión y sentirme querido, recordado… cuando me envían fotos como esta, de un paraguas encontrado en mitad de un recorrido vital de alguien a quien, de una u otra forma, mis actos pretendidamente creativos han tocado.
En esta ocasión, mi queridísima amiga Aída B. Márquez me hizo llegar un par de fotos de un paraguas abierto en la calle siendo la boca de una papelera amarrada a un semáforo.
La papelera
no admite más papel.
El agua ha muerto.
no admite más papel.
El agua ha muerto.