No tiene nombre

Desde el recazo de tu lengua
al trago en el que se enreda tu pelo
quiero gulusmear la locura
que habita como luquete
en nuestra bañera inexistente.

Son los filos de las ausencias
lo que endurece el jeme que nos separa
atrapando la virgulilla
bajo la luna
recién reconquistada.

Esto no es una broma