Carmen de la Rosa siempre deja para el final (cuando queda menos de la mitad de la gente) esta fotografía de la Práctica de Tango N’Clave que venimos organizando desde 2003 y que nos llena de orgullo cuando nos reconocen el lindo ambiente que se genera.
La hacemos al grito de 3, 2, 1, TANGO
El otro día me dijeron que era como estar en casa, en familia, y «se me pianta el lagrimón«, que decía Gardel. Siempre defendemos que «el éxito» no es una afluencia masiva, sino una estancia feliz. Y parece que lo vamos consiguiendo.
Preparamos té (ayer un té azul traído de Taiwan y un té verde Gunpowder con miel de romero), compramos chocolates y hacemos bizcochos caseros con los que agasajar a quienes vienen a bailar, pero también a compartir una velada social (el Tango es un baile social) de cariño y presencia desde hace 20 años («que 20 años no es nada…»)