Pensar es caminar

(Fotografía de Miguel Cereceda)

En esta semana tan performática (dos sábados seguidos realizando acciones en eventos de alto voltaje) he tenido el honor de estar invitado a participar en la décimocuarta revista caminada de la cuenta oficial de Miguel Nava y Rafa Lamata.

En esta ocasión, presenté la acción Pensar es caminar:

Acción pensada para realizarse en el marco de la REVISTA CAMINADA CON MOTIVO DE LA EXPOSICIÓN “CAMINANTE NO HAY CAMINO”. Sábado 27 de Enero de 2024 convocada por Miguel Nava, Rafael Lamata y Miguel Cereceda, comenzando en los Arcos de Moncloa y terminando en la Cafebrería (un café librería) en la Calle del Buen Suceso que alberga la exposición en cuestión.

Me fue asignada la Séptima Página en la Escalinata que baja – Calle del Pintor Rosales.

El comisario de la exposición, Miguel Cereceda, publicó un maravilloso artículo resumiendo a modo de documentación, como debería ser, la jornada en su página web arteycosas.es.

En ella mencionaba a mi estimado Hilario Álvarez quien a lo largo de varios años había realizado una especie de lo que conoceríamos ahora como «spin-off» de revistas caminadas de aquellas iniciadas por Miguen Nava y Rafa Lamata en 1996.

Cereceda dice de mí lo siguiente en su crónica:

Giuseppe Domínguez le estuvo dando vueltas a la pregunta heideggeriana “¿Qué significa pensar?”, en su relación con el caminar. Domínguez insistió en que pensar es caminar y caminar es también pensar. Pero, mirando en el diccionario, le recordó al filósofo alemán que pensar es también alimentar al ganado con pienso. Y, en ese sentido, nos dio un poco de pienso a cada uno. Animales pensantes como somos, lo comimos de buen grado.

Y he de reconocer que me hace ilusión que mencione a Heidegger en su texto relacionándolo con mi pequeña reflexión (casi juego de palabras) sobre caminar y pensar.

Sin agua

El viernes y el sábado pasado hemos estado en casa con cortes muy largos de agua, sin ninguna explicación por parte de ningún organismo responsable (ayuntamiento, por ejemplo) cuando ha sido un corte generalizado en una de las zonas más densamente pobladas del país.

No ha habido protestas, ni gritos, ni escándalo: somos una sociedad altamente sumisa.

Al fin, después de casi 2 días con dificultades como fregar, cocinar, ducharse, etc, se han dado por concluidas las incidencias y seguimos la vida tan normalmente, como si no hubiese guerras.

Hoy he ido de compras

Es casi un acontecimiento único que celebrar.

Yo creo que hoy es el día
que más ropa
he comprado en mi vida
en un sólo día.

Ni más ni menos que
siete pantalones
(no sé por qué se llaman pares de pantalones),
siete camisetas
(tres de manga corta y tres de manga larga)
lisas
de algodón
sin ningún adorno
más allá de su mero color
cuando no han sido blancas o negras
que suelen ser colores
que no se consideran colores,
dos pijamas
y una camisa de lo que
podríamos decir
vestir.

Ha sido una locura.
El consumismo me embargaba.
Una hora seguida comprando
en una cadena llamada Lefties
cuyas etiquetas me gustaban más antes
cuando eran meros «Lfts»
y después en otra cadena
llamada Primark
pues ambas están
al lado de mi casa
y son presuntamente
de lo más económico (barato)
que puedo encontrar.

No me gusta ir de compras.
Aborrezco ir de compras.
Me asquea ir de compras.

Hoy he comprado para no tener que volver
a comprarme un pantalón vaquero
en más de 10 años.

He tenido que guardar mi ropa
recién adquirida
en el metro cúbico
que digo tener
de espacio dedicado a almacenarla
y ha sido bastante complicado
pero no imposible.

Ahí están
con sus etiquetas
probando que aún no han sido estrenadas
todas las prendas
colgando en perchas
excepto un par de pares de pantalones
vaqueros
que he reservado doblados
en el suelo del armario
para futuro por llegar.

El viernes había recogido
de la tienda de arreglos
de la calle Ballesta
los dos últimos pantalones (pares)
que estaban siendo reparados
de sendas roturas y que han de durarme
otros cuantos años.

Ahora siento cierta opulencia
con tanta ropa
pendiente de ser estrenada
acuciando tras las puertas
correderas
con espejo de un metro de alto
por setenta centímetros de ancho
a modo de pliego de papel
pero mucho más pesado.

Mañana
lo habré olvidado
pero sentiré
cierta tranquilidad
sabiendo
que no tengo que ir a comprar ropa
en los próximos lustros.

(me olvido del hecho de que
puedo (no como todo el mundo)
ir a comprarla)

No soy «el chino»

Me parece de sentido común darse cuenta de que «el chino» es un término que tenemos que ir desterrando de nuestro vocabulario excepto para referirse a una persona de quien sepamos que su nacionalidad (no etnia) es china.

¿Tanto cuesta entender que es racista?

Por no hablar de tremendamente inculto pues en la mayoría de los casos no sabemos si quien regenta el colmado es una persona procedente, ni siquiera, de China.

Me lavo las manos

Acción realizada en Est_Art, Alcobendas, Madrid, dentro del 6º aniversario de P.E.P.A. (Pequeño Evento de Performance) P.E.P.A. es un encuentro de performance que nace de la mano de la artista de arte de acción Analía Beltrán i Janés con el ánimo de brindar al público de Madrid una oferta continuada de arte de acción. El primer P.E.P.A. tuvo lugar el 20 de enero de 2018 y desde entonces se han llevado a cabo 36 eventos, tanto en Madrid como en otras ciudades y países.

Mi particular contribución a este evento se puede ver en vídeo (no es la mejor forma de «disfrutarla», pero es un posible sucedáneo):

Y si las paralelas se tocasen

Texto compuesto a partir de comentarios en una publicación en una red social:

¿Y si dos paralelas se tocasen?

En el infinito y más allá
harían un cruce de caminos donde todo sería posible…
(AAAjajajajajaja)
y no serían paralelas.

La famosa paradoja de las paralelas… o la famosa parábola de las paralelas que tal vez se convierta en paradigma o sea un caso parasicológico… yo no me quedaría paralizado e iría a hacer parapente o paracaidismo a paraguay
donde las paralelas mantendrían el siguiente diálogo:
– ¡Anda! ¿Qué tal?
– Bien, ¿y tú?…
– Bien.
Y seguirían viaje,
tendría que pasar
pues es una pregunta trampa, bien sabes que en geometría existe el infinito.

Una le diría a otra: «¡Para, lela!».
sabiendo que va de geometría no euclidiana (tan bonica)
pues se dirían: ¡¡¡al fin juntas!!! y serían felices y comerían perdices… ¿Para qué?
pareciera que llegaron al infinito.

Como tú y yo, paralelos en la vida pero sin dejar de ir uno al lado del otro aunque a veces choquemos.
Hasta el infinito y más allá
cambio identitario según fases de la vida.
Igual creaban su rito pues se convertirían en secantes e iniciarían una vida totalmente diferente a anterior a su encuentro y serían súper lelas y andarían buscando su para qué en la vida. Tal vez, sería un puro accidente o serían imparalelas ¡e imparables!

Pero los ingenieros sabemos desde siempre que se juntan en un punto gordo.
Es el teorema del punto gordo donde
por fin
dos paralelas han ido a tocarse.

Cibeles tuvo que ser una diosa

La publicidad de este parking me resulta tremendamente insultante.

Reza así:

Cibeles tuvo que ser una diosa para tener su plaza en el centro.

y en la parte no visible continúa:

A ti no te costará tanto: 19.990€

Pero no paro de preguntarme si es que realmente a quien realizó esta publicidad le parece menos costoso trabajar todo lo necesario para ingresar un total de casi veintemil euros que nacer, pues una diosa no tiene que hacer nada, no le cuesta nada serlo: se nace diosa y punto. Está claro que esta persona publicista es monárquica y opina que trabajan mucho y que pobres… ay que ver, y además se les critica.

A mí, cada vez que la veo (casualmente en el barrio de Salamanca, Madrid) me irrita, me enfada, me insulta casi diría.

Cibeles «NO TUVO QUE SER», sino que NACIÓ diosa.

¿Qué tal si toda persona NACIDA madrileña tuviese su plaza en el centro?

¡Qué pensamiento tan revolucionario!

Ains…

Cuando un teclado te hace descubrir mundo

Las diferencias entre los teclados son infinitas. En esta ocasión, entre los 2 teclados que tengo en el estudio por si alguno de ellos falla (todo falla alguna vez, y que falle un teclado es lo más molesto que puede pasar) es la tecla de «menor y mayor» < / >

Es una tecla que uso mucho más de lo que me doy cuenta, pero es que hoy he tenido que introducir la contraseña del PC usando este teclado inferior que compré en algún lugar por poquísimo dinero. Ya sé que alguien pensará que lo barato sale caro y, a veces, es cierto.

Por fin he descubierto que, en linux, las habituales combinaciones de ALT+60 / ALT+62 no funcionan, pero gracias a una página de lubunto práctico, he descubierto que la combinación ALT-Gr+SHIFT+Z da como resultado <, mientras que ALT-Gr+SHIFT+X genera >.

Lo interesante, lo único interesante de este pequeño entuerto que tiene que ver con que a veces el PC que adquirí no arranca con toda la energía que debería (lo compré barato…) es que he descubierto (por casualidad) una combinación de teclas que en el futuro me será muy útil, porque siempre pierdo tiempo «insertando comilla española de apertura o de cierre»:

Comilla española de apertura: ALT-Gr+Z = «
Comilla española de cierre: ALT-Gr+X = »

Disponible

Me cuesta no estar disponible.

No disponer de mi tiempo.
No disponer de energía.

Me cuesta no estar disponible
para mí
para Carmen
para otras personas
para amistades
para familiares
para gestiones burocráticas
para trabajos editoriales
para nuevos proyectos
para arte postal
para creación con acción
para preparar mejores talleres
para programar eventos
para cocinar
para escribir
para leer
para ser.

Me cuesta no estar disponible
pero no sé en qué moneda
se paga la indisponibilidad
o indisposición.

Esto no es una broma