Febrero Febril

FEBRERO
FEBRIL

Que febrero y fiebre estaban relacionadas era algo que sospechaba, pero no sabía cómo.

Terminé encontrando un par de artículos que corroboraban mi conjetura en la etimología del lenguaje:

Febrero: hace referencia a la fiebre. En Fastos del poeta latino Ovidio se lee que los padres romanos llamaron februa a los instrumentos de purificación. En latín la fiebre se designa con la palabra febris, en la que se aprecia la raíz *febr-, que da origen al nombre del segundo mes. Era, precisamente, éste un momento de purificación con algunos rituales para tal fin. Al mismo tiempo, la fiebre siempre ha tenido un valor purificador, sobre todo para curar los resfriados.

En wikipedia también hay un artículo al respecto, aunque tan breve que no merece la pena llamarlo tal:

En la mitología romana, Februus era el dios de los muertos y la purificación. Fue también adorado por los etruscos, donde podría haberse convertido en Febris, diosa de la malaria y la fiebre. Es, posiblemente, nombrado así en honor de los más antiguos Februa, (también Februalia y Februatio), las fiestas de la purificación.

Hoy, 29 de este mes, quería aprovechar para colar una nota sobre el tema, ya que lo bisiesto está tratado.

mis opiniones (caja)

Desde hace meses tenía pendiente terminar esta caja para darle carpetazo a un proyecto bonito, pero sencillo hasta límites inconcebibles.

Preparada para que el libro encaje a la perfección en su interior, modificada con un par de bloques de cartón, de los que suelen venir acompañando envíos demasiado pequeños para envoltorios demasiado grandes, sobre uno de los cuales está escrito: «depositar aquí».

Es un buen lugar donde guardar mis opiniones, por otro lado no escritas sino apuntadas en un apenas visible blanco sobre blanco, especialmente si tenemos en cuenta que la contraportada de la caja-libro reza: «basurero».

Carmen de la Rosa LINUX Tango DJ

Yo presumo (vanidad, todo vanidad…) en ocasiones de ser de las pocas personas que editan en Linux y con software de código abierto, incluso con tipografías, en su mayoría, OpenSource.

Pero poco digo de que Carmen de la Rosa sea una de esas raras avis que musicaliza utilizando un programa como el Mixxx (Free and open source DJ software for Windows, macOS, and Linux) en un mundo en el que la inmensa mayoría de la gente utiliza software privativo, casi siempre sobre Mac.

Vivimos muy al margen de la eficacia, muy al margen de la corriente… éticamente, eso sí, impecables y ahorrativos. 😉

Bisiesto

Cuando un año es bisiesto
me descuadra la mente
haciéndome dudar
una vez más
de los calendarios
de los relojes
de los convenios.

Cuando un año es bisiesto
no sé qué día
celebrar mi cumpleaños
celebrar mi aniversario
celebrar la navidad.

Cuando un año es bisiesto
ando perdido por las aceras
como cualquier otro año
en que el número de días
que tardamos en dar una vuelta al sol
para no volver al mismo sitio
en un viaje que no es circular
ni tan siquiera plano
en un universo en expansión…

ese número de días
se ajusta a un número entero
porque no nos gusta
manejar
decimales
y ya ni hablar
de
irracionales.

Cuando un año es bisiesto
pienso en Julio César
y en Octavio Augusto
y en su egoísmo
quedándose unos meses
de longitud mayor
y legándole a la plebe
el paupérrimo febrerillo.

Cuando un año es bisiesto
me siento tan desconcertado
como
cuando un año no es bisiesto
y sigo vivo.

Romanticismo o…

Si me resisto a tirar estas cosas, ¿no será algún síndrome con nombre de griego? ¿será romanticismo?

Tengo pendiente hacer algo (aún no tengo cerrado qué hacer) con una colección de disquetes de 3 y medio y de 5 y cuarto que he ido almacenando a lo largo de mi vida. Ahora que ya no tengo disqueteras (asumiendo que lo que me importaba dentro de los mismos lo tengo almacenado en CD o en disco o en la nube (no siendo estas opciones excluyentes)), he pensado que puedo prescindir de ellos como soporte de información digital y puedo usarlos como soporte plástico (en los varios sentidos de la palabra plástico).

Estuve limpiándolos para que quedasen como si no hubiesen sido usados nunca, lo que me resulta difícil de asumir, pues sé que tienen (aún) contenido que, en ocasiones, podría ser incluso personal.

República Federal de las Alcantarillas

Esta es una fotografía que tomé el otro día en la Calle Alcalá de Madrid y que he remitido al grupo de Mensajes Ocultos en el Suelo de la Ciudad, que me hace, de cuando en cuando, mirar al suelo más de lo habitual y, sobre todo, con otra mirada, una centrada en encontrar extrañeza, en sorprenderme, no en asustarme, con lo que el simple y sencillo escenario en el que vivimos nos ofrece.

¡Actúa! (dice el cartel)

Estos banner me parecen de lo más irritante que tienen las redes sociales. Casi tanto como la publicidad indeseada (esto es publicidad, también) o la pseudopornografía con clickbait.

Analizo:

1.- Pedimos el cese de la violencia en Gaza.

¿Alguien no quiere que cese la violencia en el mundo? La simpleza con la que se pide es tan obvia que parece la carta a los reyes magos de un bebé.

2.- Suma tu voz, ¡no podemos mirar hacia otro lado!

Pero en cuanto haga scroll estaré mirando hacia otro lado. En cuanto haya otra noticia (otra Ukrania invadida), miraré para otro lado, me harán mirar para otro lado. Nadie habla de Haití, ni de Mali ni de …

3.- Firma ahora

¿Qué validez tiene una firma online? No se hace mediante un certificado digital, ni nada similar: tan sólo nombre y, en el peor de los casos, te solicitan el DNI para que parezca más «serio», sin tener en cuenta la falta de seguridad que eso supone.

Pero lo más sangrante es el final:

4.- Sólo te llevará un minuto. ¡Actúa!

O sea, que de lo que se trata, fundamentalmente, es de hacer un acto caritativo y carente de compromiso (más allá de ese minuto):

No se menciona que elegir un gobierno en una elecciones es algo que puede o debe ser algo que presione internacionalmente a (en este caso) Israel para terminar con esa masacre que está cometiendo.

No se menciona que hay manifestaciones a las que acudir que agiten conciencias y obliguen a cumplir compromisos de nuestro gobierno (al fin y al cabo nuestra representación como estado).

No se menciona que existen otras formas de actuar que, realmente, sean acción.

Hace casi una década que no firmo nada online y ya expliqué el porqué en esta entrada de este diario personal que en ocasiones temo que me refleje como un carcamal cascarrabias. Quizá lo soy. O quizá mi momento ha pasado y dejo a las generaciones más jóvenes que tomen el control y se lancen a la calle y bloqueen la ciudad…

Pero el único problema de movilidad que suelo tener es la aglomeración de personas comprando sin parar artículos innecesarios en la calle Gran Vía.

Al fin y al cabo, han gastado su minutito de tiempo en «actuar» y les queda el resto del día para hacer lo que quieran, que suele ser…

Au Revoir Simone

Au Revoir Simone (band): Descubiertas (para mí, claro. Ya lo estaban) por ver por primera vez en mi vida Twin Peaks. Suelen tocar en la última secuencia de algunos capítulos de la serie de 2017. Obviamente, no habían ni nacido en 1990.

Es una banda definida como «indie de Brooklyn», que tiene temas muy tranquilos mezclados con otros demasiado tecnificados para mi habitual consumo musical. No todo me gusta de ellas, pero me ha encantado encontrarlas.

He tardado mucho en ver la serie de D. Linch, lo sé, pero es que me daba miedo.

Ahora hay cosas que me dan mucho más miedo… así que ya puedo ver casi cine de terror.
Es una buena noticia. Supongo.

Esto no es una broma