La sociedad del espectáculo

He comenzado a leer este libro (no audiolibro, ni PDF) que está resultando una auténtica maravilla que no comprendo cómo no he leído antes.

Me lo regaló Carmen estas navidades (estaba en mi lista de «pendientes») y he tardado casi un mes en comenzarlo. Lo leo despacio, muy despacio, recreándome en lo que leo y abriendo las ventanas que me presta el libro para conocer otros múltiples pensadores de finales del SXX que tengo mucho más desconocidos de lo que debería, teniendo en cuenta que en ocasiones hasta me atrevo a citarlos.

Así, gracias al canal de youtube (La Travesía) en el que he encontrado este fantástico vídeo explicando y resumiendo el contenido del libro de Guy Debord, estoy conociendo de manera básica y provisional a algunos de ellos, como Saussure, Derrida, Baudrillard, Lacán, MacLuhan… completándolo con unas lecturas de la wikipedia y algunos artículos adicionales.

Si a ellos les hubiera dedicado la atención que le presté en su momento a Roland Barthes…

La verdad es que me parece descorazonador casi todo lo que escucho de su pensamiento: una sensación de desazón se apodera de mi espíritu y el pesimismo me abandona como a aquel que sostuvo una paloma y la dejó ir mientras sus lágrimas en la lluvia iban siendo olvidadas.

¿Es triste la postmodernidad o sencillamente me hago viejo?

Me encantan las fotografías con «macro»

Es decir, aquellas fotografías en las que se activa la cámara especial para fotografiar objetos a distancias entre 2 y 5 centímetros del objetivo.

Pero no necesariamente para fotografiar aquello para lo que se supone que están pensadas estas cámaras, sino para obtener, como en la foto que acompaña esta entrada de mi diario, un borroso resultado con nitidez donde no se supone que debe estar.

Esta subversión de su función la convierte en un verdadero capricho para realizar tomas sin más intención que la de jugar a descubrir una visión diferente a la esperable, una mirada distinta sobre lo que, en ocasiones, llamamos realidad.

Sobre la vida secreta de las cosas

Hoy voy a esta mesa redonda en la que participa el pintor Aníbal Merlo a quien conozco desde hace muchos años y he puesto en contacto con alguien a quien quiero mucho y conozco desde hace aún más tiempo, mi querido Iván Araujo que ha coeditado alguna tirada de grabados con él en alguna ocasión.

Además, la exposición está comisariada (y la mesa redonda asumo que dirigida o coordinada) por Miguel Cereceda, a quien he tenido el gusto de conocer reciéntemente y que da la casualidad de ser vecino de mi minúscula calle madrileña desde que la habito.

Hacía meses o años que no publicaba en este diario íntimo y público una convocatoria a un evento que no fuese mío, dentro de lo que antaño denominé el «3Off-Madrid» y donde anduve publicando durante años. Ya me apetecía.

Esto no es una broma