9 de junio: elecciones europeas

Ando bastante perdido con la escisión de los partidos de izquierda, sin que yo entienda en absoluto la razón subyacente o me niegue a aceptar que es una mera cuestión de egos.

He pasado algo de tiempo viendo el sistema electoral de la Unión Europea para ver si tiene sentido votar a partidos que andan perdiendo representación a pasos agigantados por sus malas decisiones estratégicas.

Por momentos, incluso, he valorado no complicarme la vida y votar, por primera vez en mi vida, lo que se llama voto útil (PSOE) con toda la nariz tapada.

Pero parece ser que no va a ser necesario puesto que no hay algo tan parecido a la Ley D’Hont en estas elecciones, o más bien, al tratarse de una circunscripción única y no aplicarse barrera mínima o umbral mínimo de representación, es posible votar sin pensar demasiado en su posibilidad de consecución de escaños.

(Con esto no pretendo atacar la celebérrima y polémica Ley D’Hont)

Aun así, me gustaría tener más clara mi decisión de a quién votar, teniendo clara la deriva que va a tener este parlamento cada vez más (ultra)derechizado.

Esto no es una broma