Basándonos en la etiqueta de un vino que nos hizo gracia, decidimos (el 1 de octubre, reunidos Tanja Ulbrich, Anita Ges, Ernesto Pentón y Giusseppe Domínguez) escribir una publicación con una ficticia antología de autores inventados a partir de permutaciones de las letras de la misma y un par de poemas atribuidos a ese autor inventado, siempre procurando que la letra O tuviese especial protagonismo en la composición.
Aquí va la mía:
Oso Trögod
Nacido como Oso en octubre de 1988, decidió mudar de piel para convertirse en un ser humano rubicundo, orondo, que acabó por adoptar el apellido familiar Trögod y dedicarse a la escritura de poemas obtusos tras haberse graduado como oftalmólogo a la tierna edad de diez y ocho años.
Lo obtuso de su poesía radica en unos finales opacados con objetos rotos, con tupidas referencias a su pasado oseznil, peludo y comilón.
Otro Salmón
Con ojos llorosos
veo poner huevos romos a los salmones
por los altos pedregales
por los que flujos de oxígeno
rompen contra corrientes de líquido elemento.
Otro salmón
como los que mi padre oso osó obtener
con brazos gordos
(poderosos conos por mor de necesidad)
ocupó otro océano
otro río
otro estuario
otro lago
otro charco
otro todo
hasta que llegó a Oslo.
Como loco
intentó un vuelo roto
voló cojo
voló corto
voló solo sólo
voló poco
cayó como colofón
como Colón con pecios herrumbrosos
cayó con lomo acongojado
con un último grito por ocultar otros ojos.