Diseñador ocasional

Siempre metido a hacer cosas que no sé hacer, siempre fracasando, pero nunca frustrado, le realicé este diseño a la pareja de mi amiga Aída, con tal celeridad que metí la pata en el QR que contiene sus datos de contacto, pues incluí su teléfono personal y no el del trabajo.

Lo habíamos estado haciendo para pruebas y se quedó así y cuando me pasaron los datos definitivos se me olvidó cambiarlo en el QR. ¡Un desastre!

En cuanto al formato y la impresión, probé con una imprenta que tenía ganas de conocer, pero la verdad es que los materiales que ofrecen son bastante básicos. Dudé si reclamar sobre si esta cartulina era realmente de 300 gramos, como afirman, pero pregunté a Jaime, mucho más versado que yo en estas lides y me dijo que, aunque a él le parecían bastante finas también, estaban bien y el precio era imbatible. Así que me conformé.

El jueves recibí el segundo pedido, después de que el primero llegase con ese error inasumible.

Lo consideraré un regalo a mi amiga y, por otra parte, un buen curso de aprendizaje. Así son las cosas en este mundillo…

Esto no es una broma