Precesión

Si estás en el mar
mareado
y no lo comprendes
es que
la precesión va por dentro.

Hay tantos movimientos
en esta nave espacial que habitamos
que parece mentira
que conozcamos apenas
un par de rotaciones
básicas
y que aproximamos circulares.

Resulta tan complejo
aceptar
que la realidad
no es geometría básica
(ni tan siquiera euclídea)
que nos sumimos
en asumir
sumas
infinitas
de sucesiones.

Y el tiempo
inexorable
sigue oxidándonos.

Regalo de Isidoro, como cada año

Como cada año, recibo regalos postales por estas fechas (y por otras), a veces en respuesta a las felicitaciones que envío o sencillamente, por gente que tiene bonitas costumbres, cariñosas y generosas, como Isidoro Valcárcel (de quien tanto aprendo) como la habitual holografía de Pepe Buitrago.

Este 2025 toca apuntalar (sostener, afirmar) lo que se pueda para que no se caiga.

Información de mi sistema nada más empezar el día

Comienzo la mañana abriendo una terminal en la que proceder a actualizar mi sistema operativo Linux Mint 20.3 una, para después sincronizar mis carpetas en el disco duro externo que hace de espejo (parcial y supervisado por mí) del interno.

Es una tontería a la que no dedico más de unos 5 minutos cada día, amén de no demorarme en visualizar, por mucho que me guste, la información que me desvela esta aplicación que tengo instalada para mostrarme datos relevantes que suelo olvidar, como la versión de gestor de ventanas que uso, la fuente que tengo por defecto en el sistema, o los «themes» que tengo configurando el aspecto de la interfaz gráfica de este PC en el que escribo.

Sigo recibiendo regalitos de reyes

Me ha llegado este libro a modo de regalo recordándome de parte de una exalumna de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de Clave 53 que defiendo, parece ser, con redomado afecto, pues genera que las personas mantengan este vínculo afectivo que les lleva a, después de haber «pasado página», seguir en mi misma página y recordarme en cada página que encuentran en sus páginas vitales.

Le envié una carta y un pellizco afectivo a mi querida Elena Bermejo (Ena Rojo, como poeta), quien vive en Barcelona desde hace casi un año y medio, pero me consta que no me olvida. Este ego que manifiesto no me desagrada.

El libro lo leeré en cuanto tenga ocasión pues tiene buena pinta, aunque últimamente estoy recibiendo tantos regalos que involucran lectura que comienzo a padecer algo de ansiedad. 🙂

Renombrar el Golfo de México

Cuando alguien habla de renombrar algo y se arma la marimorena, me alegra mucho pensar que la palabra tiene tanta fuerza como para provocar huracanes.

Es que me dedico a lo de la palabra y cada cual arrima el ascua a su sardina.

Ahora, después de escribir esto, tengo ganas de unas sardinas al espeto.

¿Por qué habré empezado esta tonta disertación sobre el poder de la palabra?

Te doy mi palabra: no tengo ni la remota idea.

Conclusión:
Idea es una isla y remota significa desierta.

Eclécticas lecturas

A juzgar por las lecturas que realizo a lo largo de mis periodos vacacionales, se podría deducir que soy algo ecléctico, que es una palabreja que se las trae.

Según la RAE:

Del gr. ἐκλεκτικός eklektikós; literalmente ‘que elige’.

adj. Perteneciente o relativo al eclecticismo.
Sin.: sincrético.
adj. Dicho de una persona: Que profesa las doctrinas del eclecticismo. U. t. c. s.
adj. Dicho de una persona: Que adopta una postura ecléctica. U. t. c. s.
Sin.: conciliador, sintético, equidistante.

Pero principalmente en la faceta de el eclecticismo de la acepción que he remarcado en negrita:

De ecléctico e -ismo.
m. Adopción, en el juzgar u obrar, de una postura intermedia entre doctrinas o actitudes diversas.
Sin.: moderación, conciliación, equidistancia. Ant.: extremismo, radicalismo.
m. Combinación de elementos de diversos estilos, ideas o posibilidades. Eclecticismo arquitectónico.
Sin.: sincretismo, mezcla.
m. Fil. Escuela filosófica que procura conciliar las doctrinas que parecen mejores o más verosímiles, aunque procedan de diversos sistemas.
Sin.: sincretismo.

Quizá también en la primera de ella, pues cada día más quiero llevar a cabo una actitud en la que la suspensión del juicio sea protagonista en mi vida.

Me estoy haciendo «equidistante«.

Recibo belleza en el buzón

Hoy he vuelto a mi rutina (que ya era hora) de piscina y estudio, revisión de cuentas, de buzones de correo electrónico y, por supuesto, de correo postal. Y me encanta recibir joyas como esta pequeña pieza delicada de Yolanda Pérez Herreras, quien siempre me sorprende y me enseña nuevas formas de concebir el acto poético.

Muchas gracias al mundo por la generosidad de poner personas como ella en mi vida.

Esto no es una broma