Caminando por Callao
en mitad del invierno
de camino a mi estudio
me da el sol en la cara.
Apenas puedo ver
más allá de sombras
que parece que vienen
a agredirme.
Es una falsa impresión
fruto de la visibilidad
impedida por el astro
incandescente.
Quizá sea eso lo que quiere decir
esa maldita cancioncita:
- No veo nada
pero quiero ir hacia adelante
a atacar
a quienes creo que me atacan
sin tener ni idea
de si verdaderamente es así
con la enorme desventaja
de la ceguera,
considerándola
elección divina
y no prueba de mi vida
cavernaria1.
Al menos,
eso sí,
llevo una camisa nueva.
Nota1: Referencia al celebérrimo mito de Platón, no insulto malintencionado. 😉