Robado inmisericordemente de www.dechile.net, tengo este apunte sobre la palabra hogar:
La palabra hogar tiene una etimología hermosa e importante. Proviene del latín focus, que es de donde viene la castellana fuego. Focus significaba originalmente tanto fuego o brasero, como hogar (o fogar). El asunto se remonta al principio de la cultura occidental. El culto al fuego era uno de los primeros y más importantes de los antepasados de griegos y latinos, y de muchos pueblos indoeuropeos. Y en cada casa había siempre, y literalmente una hoguera: un brasero, una llama viva que era presencia sagrada, según se puede inferir por los registros escritos de las épocas ya históricas. Solía estar en el centro o a la entrada de cada casa, probablemente signo de pureza, vida, protección… La familia, por razones tradicionales, y quizás en principio también por razones de necesidad física de luz y calor, se congregaba en torno a él. En relación a ese fuego familiar estaba la diosa Estía entre los griegos (y Vesta-Cibeles entre los latinos). De hecho, en Grecia, para denominar a la familia, se conservaba la palabra epiestía, es decir, «en torno al hogar».
La diosa Hestía, o Vesta para los romanos, es una antiquísima diosa del panteón indoeuropeo. Así como entre los griegos tenía una importancia menor, entre los romanos tiene una importancia capital, mucho más antigua que cualquier contacto con los griegos. Sus templos eran redondos imitando los antiguos hogares. En el foro romano, junto al templo de Vesta, estaba la casa de las vestales. Eran siete sacerdotisas vírgenes de altísima consideración en Roma, una de las cuales, la Vestal Máxima, las dirigía. Vestidas con velos blancos nadie debía tocarlas y tenían un ejercicio sacerdotal de treinta años. Su principal cometido era vigilar un fuego que nunca debía extinguirse: la llama perpetua de Vesta que siempre encendida se creía que garantizaba la continuidad del hogar común que era el Estado romano. También cuidaban del Paladión, una sagrada y antiquísima imagen de madera que se creía traída de Troya por el héroe Eneas. A Vesta también se le daba culto en el fuego del hogar de cada casa romana.
No se puede confundir a la diosa Vesta con la diosa Cibeles. No tienen nada que ver. Cibeles es una diosa-madre de la naturaleza de origen asiático, que a veces identificaban con la Rea griega (esposa de Crono-Saturno). En Roma protagonizó un popular culto mistérico asociada a Atis, su cultor, que muere y resucita. En Roma se celebraba la muerte y resurrección de Atis en primavera con fastuosas procesiones que representaban a Atis vinculado al leño o árbol en que murió. Sus sacerdotes prometían celibato y a veces se hacían castrar para cumplirlo. Cibeles es una diosa vinculada a la reproducción natural y al renacimiento, sin nada que ver con la diosa-vírgen del fuego del hogar llamada Vesta.
- Diccionario Etimológico Corominas.
- Diccionario griego VOX,
- Diccionario latino Sopena.
- (Especialmente) La ciudad antigua, de Fustel de Coulanges.